Aunque existan personas que son sumamente cuidadosas con su economía, las constantes crisis o fluctuaciones a nivel país, hacen que los salarios o la reserva de dinero sean insuficientes para hacerle frente a gastos inesperados.
Para este tipo de situaciones existen diferentes préstamos en el acto que pueden simplificar la vida de las personas, pero, sin duda alguna, el más requerido es el préstamo personal con modalidad online, a través del cual el individuo puede hacerse de la suma necesaria y luego devolverla por mes a la entidad bancaria o financiera.
¿Qué tipos de préstamos existen y cuáles son sus principales características?
Actualmente existen distintos tipos de préstamos a los que pueden acceder los individuos. La clasificación obedece dependiendo de algunos factores.
- Destino: hace referencia al fin para el que se utiliza el dinero solicitado. Puede ser para adquirir un inmueble, un vehículo o financiar un proyecto personal.
- Garantía: se trata de los préstamos con garantía real y aquellos sin garantía.
- Destinatario: incluye los préstamos personales y los comerciales.
- Entidad: de acuerdo a quién es el ente que presta el dinero. Pueden ser bancos, cooperativas o entidades financieras.
- Plazos: se refiere al tiempo de aprobación y desembolso del préstamo. Puede tratarse de préstamos en el acto, a corto o largo plazo.
- Suma concedida: depende de la cantidad de dinero que se otorgue. El solicitante puede pretender un pequeño préstamo o un gran financiamiento corporativo.
- Requisitos: hace alusión a los distintos documentos y condiciones que se necesitan para tener acceso al préstamo como, por ejemplo, el historial crediticio y los ingresos de una persona, entre otros.
¿En qué consiste un préstamo personal?
Este concepto hace referencia a una suma de dinero otorgada por una entidad financiera, pudiendo ser un banco u otro tipo de compañía, a una persona física. El solicitante, en este caso, no necesita ningún tipo de garantía y se compromete a devolver en el plazo y la cantidad de cuotas estipuladas, la suma adeudada junto con los intereses correspondientes.
¿Para qué puede utilizarse un préstamo personal?
Como no se requiere ningún tipo de garantía para la obtención del mismo, las personas lo solicitan para diferentes fines. Entre los más populares se encuentran los siguientes:
- Cancelación de deudas: puede ocurrir que el solicitante del préstamo tenga deudas con tarjetas de crédito o servicios y, como estos solo pueden cancelarse a través de un pago único, el préstamo personal suele ser una buena idea para el caso en que la persona no cuente con el dinero suficiente
- Gastos inesperados: se trata de aquellos gastos que no están previstos en el presupuesto de las personas y puede tratarse desde una rotura en alguna cañería, el arreglo de un vehículo, o una falla en algún electrodoméstico.
Una situación de estas puede complicar la economía del hogar y, por este motivo, el préstamo personal actúa como salvavidas por la posibilidad de tramitarse de manera simple y rápida, pudiendo el solicitante disponer del dinero inmediatamente. - Proyectos personales: puede tratarse de inaugurar un emprendimiento o de unas merecidas vacaciones. Cualquiera sea el caso, un préstamo de este tipo es una buena opción para generar tranquilidad durante el proceso.
Requisitos para el acceso a un préstamo personal
Aunque los requisitos difieran dependiendo de la entidad que otorga el préstamo, lo cierto es que existen algunos que son comunes a todas como el DNI actualizado, contar con un CBU a donde pueda depositarse la suma requerida y ser mayor de 18 años.
De más está decir que, aunque la entidad bancaria o financiera no solicite expresamente este tipo de información, la misma realiza una evaluación crediticia antes de aprobar el préstamo.
Razones por las que solicitar un préstamo personal
Esta herramienta puede ser la perfecta para la renovación del hogar, el pago de estudios, la consolidación de deudas y hasta para hacer ese viaje tan esperado. Pero, es importante no perder el foco y concentrarse en los detalles que pueden hacer la diferencia a la hora de pedir un préstamo.
El préstamo personal, a diferencia de otros, tiene una serie de ventajas que lo convierten en el más popular entre los usuarios.
- Flexibilidad respecto a la utilización del dinero: el solicitante puede utilizar el dinero para lo que desee o necesite. Puede ser, por ejemplo, para la refacción del hogar, el pago de estudios, cancelar deudas, arreglar un vehículo o pagar la compra del supermercado.
- Plazos que pueden ajustarse: la persona puede elegir el plazo en el que planea devolver la suma adeudada de acuerdo a sus necesidades y posibilidades. Esto, sin duda alguna, es muy importante porque puede realizar un manejo de su economía sin presión alguna y con mayor tranquilidad.
- Cuotas fijas: lo fundamental de este préstamo es que, con anterioridad, quien lo solicita conoce exactamente de cuánto dinero es la suma que debe pagar mes a mes. Esto contribuye a una mejor planificación del presupuesto, dejando de lado las sorpresas y la incertidumbre.
- Rapidez y comodidad: solicitar un préstamo personal es sumamente sencillo y el proceso de aprobación del mismo también. Con completar datos básicos, analizar la propuesta de la entidad, elegir la que mejor se ajuste a las necesidades y aceptarla, la suma de dinero se verá acreditada inmediatamente o, como máximo, luego de 48 horas.
- Sin garantías: para este tipo de préstamo no es necesario que el solicitante ofrezca garantías o avales. Esto, sin dudas, simplifica el acceso al mismo y elimina todo tipo de inconvenientes.
- Mejora del historial de crédito: cuando una persona que solicita un préstamo lo puede cumplir en tiempo y forma, es valorado positivamente por la entidad prestadora del servicio. Esto puede ayudar a la mejora del historial crediticio, es decir, cuando la persona requiera un préstamo a futuro, la entidad podrá ofrecerle mejores condiciones de contratación como interés más bajos y mayor flexibilidad.
Para que no existan riesgos, es importante que, quien pretenda hacerse de una suma de dinero determinada, investigue y compare las distintas posibilidades que existen en el mercado. Siempre es recomendable leer con atención los términos y condiciones y comprender cada uno de los conceptos utilizados antes de aceptar la propuesta como, por ejemplo, lo relativo a las tasas de intereses y los costos asociados.
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