A veces las experiencias que se viven en la infancia marcan el destino de toda una vida o tal vez, en algunas decisiones puntuales donde la resiliencia ocupa un lugar relevante. Ese fue el caso de Gastón Sáenz, un linqueño de 25 años que de chico sufrió el bullying de sus compañeros por tener un problema en el habla y por tener gustos musicales diferentes al de ellos: el rap estadounidense. Así, luego de superar esos obstáculos, comenzó a grabar su propia música y a canalizar toda esa experiencia en sus canciones. “Todo empezó de chico, jugando con los discos que tenía mi vieja y el equipo de música. Yo los ponía y jugaba que daba conciertos. Así nació mi pasión, porque no tengo músicos en la familia”, contó Gastón y agregó “luego probé con clases particulares de guitarra y con varios profesores. Después fui al conservatorio, pero allí me aturdí un poco porque era mucha teoría y yo capaz estaba buscando otra cosa, más práctica”.
En ese sentido, contó que después se pasó a la guitarra eléctrica y así fue probando con distintos ritmos. “A veces, por distintas situaciones que no acompañan tuve que dejar y la verdad es que a mí me pone muy mal cuando no estoy creando”, relató Sáenz a Democracia y añadió “estuve así un tiempo, hasta que decidí tomármelo enserio”.
Su gusto por el rap
En cuanto a sus gustos musicales, Gastón dijo que escuchó su primera canción de rap en YouTube y fue ZPU - Camino Solo. “Esa canción me atrapó por la manera de decir las cosas, es decir de forma directa o más cruda que lo que se escuchaba quizás en el rock, que es más metafórico”, mencionó el músico y agregó “eso me hizo sentirla tanto que comencé a escuchar cada vez más rap”.
Así, primero comenzó con el rap en español y luego siguió por el estadounidense donde tuvo que aprender inglés. Luego, decidió comenzar a escribir sus propias letras, muchas de ellas basadas en sus experiencias en la infancia y adolescencia. “Ahora escribo rap y se me mezcla un poco con trap, pero me estoy enfoncando más en el afrotrap, que es un poco más melódico”.
En ese sentido, recordó que de chico “me mataban por escuchar rap”. “Fue en una clase de música del colegio, hicimos una ronda y todos tenían que decir el género que escuchaban y algún artista que te gustaba. Todos eran rock, lo normal cuando sos chico, y cuando llegó mi turno dije rap”, mencionó Gastón y sostuvo: “se empezaron todos a reír, y desde ahí me señalaban todos los días”.
Sus primeras canciones
El proceso para lograr dar a conocer sus canciones fue largo y de superación, quizás personal. Pero fue un trabajo muy grande e introspectivo. “Había cosas que me frenaban, como esto de no poder pronunciar la R, porque yo como que me crié pensando que nunca iba a poder hacerlo. Hasta que un día llegué del trabajo enojado y empecé a repetirla muchas veces, hasta que me salió. Creo que fueron 20 minutos de práctica sin parar”, reconoció y agregó “ahí creo que pegó un salto bastante importante en cuanto al unir el amor que tenía por la música y las cosas que venía escribiendo, pero obviamente no las cantaba. Entonces, decidí empezar a hacer lo que me gusta, porque me llenaba mucho”.
En esa línea, reconoció que empezar a pronunciar bien la R fue un antes y un después, tanto en lo personal como en lo artístico, porque fue de poder grabarse y ya no tener ese miedo o sentirse tan expuesto, a pesar de que hay muchos artistas que tienen ese problema.
“Mi sello se llama Visión R, que es como mi marca personal también, por esto de estar tan enfocado en algo, querer hacerlo y tomar la decisión de lograrlo”, manifestó y agregó “creo que eso es lo que marca la diferencia”.
Además, Gastón se define como un melómano porque “no puedo estar sin escuchar música”. “Estoy todo el día escuchando algo, el género depende del día, como que voy variando, porque es de acuerdo a mi estado de ánimo”, sostuvo y añadió “me encanta escuchar música nueva, por más de que me pueda gustar o no después, pero descubrir nuevos artistas me emociona. Estoy casi siempre buscando o viendo de otros países, de acá o del under”.
Por último, Sáenz dijo que “por ahora no saqué ningún disco, saqué un EP que salió hace poco que se llama 2512, no es de afro trap, es más de una mezcla de gospel con rap boom bap, pero es bastante personal quizás, no tan comercial, bastante distinto a lo que estoy enfocado ahora”, y agregó “todas mis canciones están disponibles en las plataformas, Spotify, Youtube, Soundcloud, Tidal, Amazon, bajo el sello discográfico MDI (Música del Interior)”.
Y cerró: “Estoy apuntando todo a vivir de la música. Creo que estoy tocando todas las puertas como para que se me dé. Y la verdad que vengo estudiando mucho en cuanto a producción y a sonido. Eso también me hizo abrir mucho la cabeza y escuchar la música de otra manera. Quizás no solamente crear, sino también saber cómo crear y qué suena bien, qué suena mal, y probar”.
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