El turismo termal está en temporada, ahora que los días tienen temperaturas agradables, y hay múltiples destinos dentro del país que ofrecen aguas termales con propiedades terapéuticas: el más conocido es Termas de Río Hondo, que está considerada como la ciudad-spa más grande el mundo. Aunque también existen opciones interesantes en Buenos Aires, Entre Ríos, Mendoza y Catamarca.
Antes de utilizar aguas termales se deben tomar ciertas precauciones como evitar el sobrecalentamiento corporal, mantenerse bien hidratado y realizar baños de inmersión progresivos que no superen los 15 minutos con intervalos fuera del agua de 10 minutos. También se deben evitar los movimientos bruscos dentro de una terma y se recomienda no nadar, sino desplazarse suavemente dentro del agua. Con todas estas recomendaciones ya se pueden visitar las cinco mejores termas del país, que se detallan a continuación.
Río Hondo - Santiago del Estero
Las Termas de Río Hondo son las más conocidas del país y reciben un flujo importante de turismo durante todo el año. Están ubicadas a la orilla del río Dulce, en Santiago del Estero, y se trata del principal centro termal del país, teniendo en cuenta que el mismo se encuentra sobre una gran terma mineralizada que cubre 12 kilómetros a la redonda. El agua presente en estas termas proviene de las sierras del Aconquija, en la provincia de Tucumán, y va de los 35 a los 45 grados: sirve para tratar afecciones como el reumatismo y lograr un relax corporal. Está considerada como la ciudad-spa más grande del mundo y para acceder a las aguas termales hay que alojarse en los distintos hoteles de la zona.
Federación - Entre Ríos
Es la principal ciudad termal de Entre Ríos y está ubicada a orillas del Río Uruguay. Su complejo termal está compuesto de nueve piletas y, además, cuenta con sauna, spa, un área de relajación y un sector estético. Las aguas termales surgen de una profundidad de 1.268 metros, con una caudal de 450 m3/h y presentan una temperatura constante de 42 grados.
Fiambalá - Catamarca
Este complejo termal está ubicado en una zona de cerros y sierras a 14 kilómetros del pueblo catamarqueño de Fiambalá. Estas aguas termales -que oscilan entre los 38 y los 70 grados- están inmersas en el ambiente mágico de la quebrada de la Sierra de Fiambalá: sus piletas son naturales, compuestas por roca y funcionan como una especie de “escalera” que va bajando en forma suave hacia el llano. En total existen 15 piletas y en el predio hay un kiosko, bar, enfermería, baños, quinchos y vestuarios.
Cacheuta - Mendoza
Además de contar con un amplio turismo con las actividades relacionadas al vino, Mendoza se destaca por tener las Termas de Cacheuta, un escenario natural impresionante compuesto por piletas de piedra volcánica y aguas termales que oscilan entre los 32 y 42 grados. Estas aguas provienen del deshielo, se filtran a una gran profundidad y vuelven a emerger al chocar contra la roca granítica de Cacheuta. Un dato a tener en cuenta: todas las piscinas se encuentran abiertas e incluso hay cuatro toboganes.
Carhué - Buenos Aires
Se encuentran en la localidad de Carhué, al sudoeste de la provincia de Buenos Aires, junto al Lago Epecuén, que es famoso por contar con aguas hipersalinas similares a las del Mar Muerto. Para visitar estas aguas termales hay que dirigirse al Parque Termal “Mar de Epecuén” que tiene piletas cubiertas y al aire libre, algunas de ellas de agua dulce. El complejo cuenta con un restaurante propio y spa.
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