Cremonas, ideal para acompañar el mate y compartir.
MÁS DE 80 AÑOS DE HISTORIA COMERCIAL

Santa Teresita, una panadería y confitería tradicional que redobla la apuesta

En los últimos tiempos anexó comidas para llevar, a fin de brindar un servicio más a su clientela.

Santa Teresita es una de las panaderías más tradicionales de nuestra ciudad, que tiene 80 años de historia comercial como panadería y confitería. Actualmente cuenta con dos locales: la casa central ubicada en Hipólito Yrigoyen 370 y la sucursal, en Hipólito Yrigoyen 70, por lo cual tiene una intensa producción, que como en toda fabricación, el tema de los costos de cada materia prima cobra relevancia.

En diálogo con Democracia, Pablo Giles, responsable del lugar adelantó que muy pronto se dará a conocer la conformación de una Cámara de Panaderos, que entre muchas cosas ayudará a la actividad en forma conjunta.

Consultado sobre la situación actual, respecto a la actualización de precios en forma periódica y el acceso a los insumos, Pablo comentó: “Hay que ir buscando costos. Hay muchos proveedores, mucha competencia así que uno tiene que estar atento. Todo lo que es harina, azúcar, huevos, que los usamos muchísimo tenemos varios proveedores. Por otra parte, hay cosas que no se pueden cambiar, por ejemplo si una mercadería se hace en base a tal receta donde se determina tal margarina o manteca de tal marca, no la cambiamos seguimos manteniendo el producto en base a esa receta de tantos años”.

“Estamos como todos, soportando el cambio de precios. Lo bueno es que nos estamos uniendo todos los empresarios panaderos y armamos una cámara que se llama Capanoba, por lo cual estamos esperando tener la parte jurídica-legal para darla a conocer. Esto hace que la competencia entre panaderos sea más armónica y entre nosotros poner un precio base para que no haya competencia desleal”, explicó.

Mucho más que panadería

Pablo explicó qué se hacía en uno y otro lugar de Santa Teresita: “En la casa central se hace la producción de toda la mercadería que tenemos a la venta en la misma y en la sucursal; y en Hipólito Yrigoyen 70 (al lado de Naldo Lombardi) es venta solamente”, aclaró.

Entre las novedades, Pablo dijo que en este último tiempo habían anexado comida, instalando lo que es batea de comidas calientes, que se venden por peso, en los dos locales. Allí se pueden comprar comidas con pollo y carnes en general, verduras, tartas, empanadas y anexaron un menú fijo de lunes a sábado que rota cada día.

En entrevistado mencionó que toda la producción estaba puesta en cuatro sectores importantes en la casa central: la cuadra donde se hace la producción de pan y derivados como biscochos, cremonas y demás; la sandwichería (de miga), sumando nuevas opciones para vegetarianos, además de pan integral, pan negro y sus variantes, entre las que se destaca el de rúcula y jamón crudo; la confitería, donde se elaboran masas finas y postres, con las nuevas propuestas en materia de repostería, que siempre se está actualizando; y el cuarto sector es la cocina, donde se elaboran comidas para los dos locales.