Ofrecen bienes o elaboraciones propias.
Ofrecen bienes o elaboraciones propias.
DESPUÉS DE 20 AÑOS

Por la crisis, volvieron los clubes del trueque en distintos barrios de Junín

En la Ciudad se realizan en la Iglesia CCR Misión Transformadora, de Emilio Muñiz 1248, y en las sociedades de fomento de los barrios Progreso y La Celeste. Lo más buscado es la ropa de abrigo como frazadas y camperas. “Lo que le quedó chico lo lleva y lo cambia”, dijeron.

Después de casi dos décadas tiene lugar el regreso menos esperado, pero a la vez el más necesitado para decenas de familias de Junín, que acudieron nuevamente al trueque ante la escasez de recursos, ofreciendo bienes o elaboraciones propias en plazas, ferias e incluso en las redes sociales. 

Al mismo tiempo, los merenderos se mantienen vigentes, asistiendo a quienes carecen de una ración de comida en la mesa, a pesar de las dificultades para acceder a la mercadería alimenticia necesaria. Ambas modalidades constituyen medios de subsistencia y, principalmente, fuentes de enorme solidaridad.

En Junín ya son varios los clubes del trueque abiertos como el que se realiza en la Iglesia CCR Misión Transformadora, de Emilio Muñiz 1248, y en la sociedades de fomento de los barrios Progreso y La Celeste, que se suman a las ventas de garaje de vecinos que abren las puertas de sus viviendas para ofrecer lo que ya no usan.

Al respecto, la fomentista Andrea González explicó a Democracia que “hace ya un mes y medio que estamos organizando trueques e intercambios. Tenía un poco de ropa que me habían dado por el comedor, por lo que decidimos intercambiar y comenzamos a hacerlo otra vez, al igual que en el 2001”. Y aclaró que por un lado está el intercambio y por otro el trueque. “En el trueque se dan créditos que van del 50 al 1000. Cuando uno va por primera vez yo le regalo los créditos”, indicó.

En relación a lo más buscado, sostuvo que “es la ropa de abrigo como frazadas y camperas. Lo que le quedó chico del año pasado lo lleva y lo cambia a algo que le sirva”. Y aclaró que “participa más gente joven que personas grandes. Llevan ropa y cambian por puré de tomate y fideos”. 

Por su parte, Jessica Pachello, pastora de la Iglesia CCR Misión Transformadora explicó que “nos dedicamos a las tareas solidarias, desde la pandemia. En la Iglesia tenemos el salón al aire libre que lo habilitamos ahora para hacer los intercambios, debido a este problema social. Hay gente sin trabajo”. Y aseguró que en principio, se iba a hacer un solo encuentro, pero “dadas las circunstancias vamos a empezar a hacerlo los martes y jueves a partir de las 13. Además, hacemos sorteos”.

“Hay muchos que llevan ropa y quieren cambiar comida y productos elaborados. Se puede cocinar también en nuestra iglesia, porque hacíamos viandas y teníamos el taller de panificación. Hay mucha gente que le falta la materia prima y tratamos de conseguirla”, dijo.

“Se está buscando mucha ropa de chicos y de bebés, ya que hay falta de trabajo. En relación a los alimentos, lo que más buscan son tomates, fideos, azúcar y yerba. También hay intercambios de calzados”, concluyó.

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