Pedro, Guido y Santiago, de 22, 25 y 28 años respectivamente, son Los Carletto, la banda de pop folk que renueva el ámbito con sangre joven, trabajo multiplataforma y producciones de nivel con su propio repertorio.
Artistas completos, personalidades distintas pero complementarias. Viven y trabajan juntos, sacan provecho de eso y unen sus trayectorias en un proyecto en común. En su estudio de Buenos Aires, los hermanos recibieron a Democracia y dialogaron sobre su presente artístico y las metas por conquistar.
Su vocación desde chicos
En una casa donde se respira arte, difícilmente las trayectorias se alejen de eso. Instrumentos para cumpleaños y navidad, juegos de karaoke con la radio de fondo, el público en el living de sus padres y la niñera. Los hermanos crecieron con la música, y no se necesitó mucho para que lo lúdico derivara en su propio proyecto artístico.
“En nuestra familia siempre hubo mucha música”, recordó Pedro, que considera que eligió el canto por necesidad. “Guido y Santi tocaban instrumentos y necesitaban una voz. Yo era el hermano que faltaba y me tocó”, explicó, entre risas.
Es que el trío siempre fue eso, amor de familia, pasión por la música y diversión. El quiebre fue temprano y, conscientes de su vocación desde chicos, supieron que había llegado el momento de empezar a crecer. “Decidimos hacer de esto un proyecto en 2016”, señaló Santiago, respecto a ese momento que trajo aparejado más compromiso y la definición de objetivos claros. Las prioridades de un conjunto que quiso afirmarse y crecer.
Trayectorias distintas, proyecto común
El 2019 los encontró a los 3 en la Gran Ciudad. Hasta entonces, los caminos individuales transitaban de forma paralela, y era necesario coincidir para hacer crecer a la banda.
Es que, mientras Pedro terminaba el colegio en Junín para ingresar a medicina, Santiago estudiaba audiovisual en Rosario y Guido se enfocaba en la producción musical en Buenos Aires.
“Decidimos encontrarnos todos acá y aprovecharlo para impulsar el proyecto”, destacó el productor, que lleva las riendas de los aspectos técnicos detrás de cada nuevo lanzamiento.
Hoy, aunque cada uno tenga su propia trayectoria, saben que su compromiso con la banda es indeclinable, y es lo que los ha mantenido en pie los últimos 7 años.
En cuanto al proceso de trabajo, los artistas explicaron que graban las canciones en su estudio y un ingeniero de máster les facilita las etapas finales, puesto que, tal como expresó Guido, “hoy se invierte en otros aspectos, no sólo en la grabación”.
Diferentes rasgos y personalidades, pero los tres coinciden en un aspecto en común: son desorganizados. No obstante, la falta de estructura les permite jugar con sus maquetas y hacer laxo el proceso creativo. Tras establecer una fecha para el lanzamiento de un nuevo single, todo el trabajo se coordina y cada uno sabe cuál es su tarea. “La división de los roles está muy clara, pero siempre se comparte la opinión”, afirmó Pedro.
Los Carletto son música pero también familia, a pesar de que, por momentos, la camaradería y el trabajo en equipo los vuelque a la amistad. “Nos olvidamos que somos hermanos”, explicó Santiago. Conviven y trabajan. El estudio junto a su habitación, el departamento de Capital y el momento creativo que a veces se hace esperar.
“Lo complicado es definir los tiempos de trabajo y separarlo del resto de la convivencia”, detalló Pedro que, aún así, rescata la posibilidad de tener un trato muy cercano con quienes comparte el proyecto,
“No hay filtro para decirse las cosas. Nos respetamos los 3 pero ser hermanos ayuda a la comunicación”, agregó.
Una historia, una canción
Pedro como vocalista principal, Guido en las guitarras y voces, y Santiago en los teclados y coros. Un trío joven que, en sus inicios, se hizo conocido por sus covers de canciones mainstream y hoy lanza sus propios singles en todas las plataformas.
En dicho sentido, los hermanos coincidieron en que el cover fue “una forma de difundir el trabajo y crear contenido”, pero señalaron que hoy ya no es prioridad. Abrieron la puerta para llegar al público y ahora saben que es momento de abocarse a lo que surge de su puño y letra.
“No vamos a dejar de hacer temas propios porque es nuestra manera de progresar”, destacó Guido y, al respecto, puntualizó Pedro: “es lo que más nos gusta”.
Su primer lanzamiento hace 4 años, la firma con un sello discográfico en 2020 y los 6 temas propios que ya circulan en Spotify y Youtube muestran que la banda ha definido su camino con claridad.
“Contrario a lo que se cree, hoy se presta mucha atención a las letras. No es cuestión de que la melodía esté buena nada más”, explicó Guido. Detrás de cada verso en las canciones de Los Carletto hay vivencias y sentimientos que generan una sensación de cercanía; por momentos pareciera que los artistas son amigos de toda la vida.
“Lo que te pasa también lo transmitís en la canción, y eso genera algo en el público”, señaló Santiago, que también agregó: “Nos gusta que cada tema tenga un concepto, que no sea letra al aire”.
Un claro ejemplo de ello es “Martes 13” el último single del conjunto lanzado hace pocos días, que cuenta la historia de un amigo de la banda. Lo que los interpela, aquello que comparten con su audiencia, generalmente de la misma franja etaria, es lo que vuelcan en sus versos, no sólo escuchados sino, incluso, tatuados por sus oyentes.
“Un amigo mío tiene una frase de una canción tatuada. En su brazo dice ´la mente pierde cuando juega el corazón´, eso es muy loco”, afirmó Pedro.
Un lugar en la industria
En un mundo musical signado por la confluencia de miles de artistas, géneros laxos y la difusión multiplataforma, la suerte se combina con el talento y las trayectorias a elegir son múltiples.
“No hay fórmulas, pero la ventaja es que hay mucho alcance con las plataformas y redes sociales. Pero, a la vez, es una desventaja, porque es así para todos y cada día hay mucho material nuevo”, puntualizó Guido, fiel a la perspectiva que su rol como productor musical le brinda.
Ya firmaron su primer contrato con una discográfica y aprovechan las facilidades del home studio para profesionalizar cada una de sus producciones, pero Los Carletto saben que hacerse un lugar en la industria no necesariamente tiene que barrer con su impronta en pos de un formato fijo. “Tocamos pop folk, pero en cada canción siempre hay algo muy de nuestro estilo”, observó Pedro.
Conocer nuevos caminos, tener contacto con otros artistas y escuchar a su público le ha permitido a la banda emergente crecer notablemente, conscientes de que todo se puede hacer en la música.
Aún así, con un balance positivo de los años trabajados, los hermanos proyectan hacia el futuro. “Aprendimos mucho y nos queda mucho por aprender, tanto en lo visual, lo musical y el sonido”, expresó Pedro, que también considera favorable “nutrirse de los monstruos del género”.
Contacto con el público
Ser músico hoy exige cubrir varios frentes. Instagram, Tiktok, Youtube y Spotify son los principales canales de contacto de las bandas con su audiencia y el modo de difundir su arte.
“Siempre pensamos en cómo adaptarnos a los soportes sin perder de vista la esencia y lo que nos gusta”, afirmó Santiago, que carga con la importante tarea de producir los contenidos para captar al público digital, que luego Pedro distribuye en sus canales.
En un trabajo ininterrumpido en redes sociales desde hace más de 4 años, los hermanos lo han hecho todo: grabaron con otros artistas, difundieron su música en las calles e, incluso, se animaron a combinar música y humor con el influencer y creador de contenido Lino Hass.
“Me divierte mucho, se trata de defender lo que uno hace”, destacó Pedro. Y agregó: “si yo no creo en lo que hago, no puedo esperar que alguien más lo crea”.
Asimismo, adelantaron que trabajan en un proyecto de difusión a través de Tik Tok de versos escritos en base a conceptos, a la par que piensan cada movimiento de su etapa creativa.
“Estamos abocados al estudio para sacar nuevas canciones, pero tenemos pensado hacer un lanzamiento en vivo”, afirmó Guido.
Detrás de cada like, comentario y reproducción, hay oyentes y seguidores fieles. No son sólo amigos o familia, ni la abuela que es su fan número uno desde chicos, sino también fanáticos de todas partes que siguen su música. Comprender que no son sólo métricas, sino oyentes específicos, es lo más alentador.
“Hay una audiencia fija que te impulsa a seguir adelante”, expresó Santiago, respecto a que, además de las contrataciones para shows privados, reciben mensajes de afecto y aliento de quienes esperan sus próximos lanzamientos.
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