Mariápolis, una ciudadela llena de naturaleza y con mucha tranquilidad
Situada a tres kilómetros de la localidad de O’Higgins, el lugar ofrece un predio de 50 hectáreas donde se puede disfrutar de paseos al aire libre. Además, hay restaurante, una plaza con juegos, canchas de vóley y fútbol.
Situada junto a la localidad de O’Higgins, a casi 35 kilómetros de Junín, la Mariápolis cuenta con una población estable de 220 habitantes; hombres y mujeres de edades, orígenes y culturas distintas que conviven en un espacio moderno, con sus casas, talleres, industrias, centros comunitarios, capillas, gimnasios, campos deportivos, parques, y con zonas cultivadas.
Al igual que otras realizaciones similares que ya se han iniciado en distintos puntos de los cinco continentes, la ciudadela Lía surge como una de las expresiones más acabadas de la espiritualidad y cultura de la unidad promovida por el Movimiento de los Focolares.
El mismo es un movimiento católico, de dimensiones ecuménicas, interreligiosas e interculturales, que comenzó a gestarse en 1943, en Trento, Italia, en torno a Chiara Lubich y su vocación de dar cumplimiento al testamento de Jesús: “que todos sean uno”.
Actualmente, ese ideal de unidad es compartido por más de cuatro millones de personas en todo el mundo que contribuyen, a través de las más variadas iniciativas en el ámbito social, cultural, económico y religioso a la realización de la fraternidad universal.
Sus habitantes
Entre los 220 habitantes estables de la ciudadela hay profesionales, obreros, jóvenes, adultos, familias, consagrados, aunados por el mismo propósito de constituir un boceto de sociedad renovada por el mandamiento del amor recíproco. Su proveniencia es de lo más variada, pero en particular de América Latina.
Vinculados de distintas maneras en grupos comunitarios, además de las tareas de cada uno en actividades productivas, culturales, religiosas o recreativas, propias de toda convivencia humana, en conjunto están al servicio de todo el Movimiento y de cuantos quieran interesarse en este estilo de vida.
En efecto, además de los habitantes estables, hay una constante renovación de personas y grupos que, por períodos más o menos breves, encuentran en la ciudadela los espacios ideales para convivencias, congresos, campamentos, cursos, como también períodos de descanso y reflexión.
Para ello, la Mariápolis cuenta con casas de huéspedes con capacidad de albergue para 500 personas.
Visitar la Mariápolis
La Mariápolis se encuentra a la altura del kilómetro 235 de la Ruta Nacional 7, en O’Higgins.
Anualmente, la visitan muchísimas personas, familias, jóvenes, grupos organizados de distintas proveniencias que vienen a participar de la vida de la Mariápolis por dos o tres días (entre jueves y domingo), donde se comparte la única ‘ley’ de la ciudadela: el amor mutuo. Realizan en general convivencias, retiros espirituales o simplemente días de descanso.
Además, muchas personas de la Región se acercan al lugar los días domingo para compartir algunos momentos con los habitantes, conocerla, disfrutar del amplio parque. Así, se convirtió en el lugar por excelencia para ir con chicos, llevar bicicletas, patines y el equipo de mate.
En el espacio se puede concurrir al bar en horarios establecidos, visitar la exposición de artesanías y degustar sus exquisitos bombones, pero no se permite ingresar al predio con mascotas. La entrada es libre y gratuita.
La única condición que se solicita es el respeto al ambiente y a las normas de convivencia mínimas. Otro dato a tener en cuenta, es chequear en su página Web la “Agenda” del fin de semana para comprobar que ese día no se realicen eventos especiales, momentos en que la ciudadela cierra sus puertas para llevarlos delante de manera tranquila.
Hospedaje
Si la intención es pasar más de un día en el lugar, la Mariápolis cuenta con dos casas de huéspedes: Casa Betania, en el antiguo convento capuchino de Campo Verde y Casa Arco Iris, en una moderna construcción dentro de Villa Blanca.
En total tiene una capacidad de 300 camas, en habitaciones dobles, triples, cuádruples con baño privado, o también en habitaciones grupales con baño compartido. Ideal para realizar retiros, convivencias, congresos o para compartir la vida de los habitantes de la Mariápolis por unos días.
Además, posee dos conjuntos de salas comedores con capacidad de 300 personas cada uno y dos bares con amplios espacios.
Por otro lado, existen tres salones para reuniones equipados con sonido adecuado y proyector de video con una capacidad de 600, 200 y 100 personas respectivamente.
Asimismo, dispone de otras salas y espacios para pequeños grupos y dos capillas con misa diaria: de lunes a sábado a las 19, en la Capilla de Campo Verde y a las 12.45 en la Capilla Rosa Mística de Villa Blanca. Los domingos la misa se celebra en el Salón Vittorio Sabbione a las 12.
Por último, el lugar dispone de instalaciones deportivas: Gimnasio cubierto (fútbol de salón, básquet y vóley), canchas de fútbol y vóley al aire libre. Todo en un amplio y cuidado parque.
Las casas de huéspedes están abiertas entre jueves y domingo y es imprescindible reservar el lugar con anticipación.
Lía Brunet
Lía Brunet, una apasionada de Latinoamérica, nació el 25 de diciembre de 1917 en Cembra, un pequeño pueblo de la provincia de Trento, en el norte de Italia.
Su primera vocación fue la docencia, siendo creativa e innovadora. Al estallar la Segunda Guerra Mundial, su novio tuvo que partir hacia el frente. Ella diría al respecto: “es como si las bombas cayeran también dentro de mí, destruyendo cada uno de mis intereses”.
En 1945 se encontró con Chiara Lubich, quien había fundado el Movimiento de los Focolares dos años antes. Ella le presentó a Lía la opción radical por Dios que había hecho Santa Clara de Asís. De ese momento Lía recordaría: “ya no sabía si era la historia de Clara de Asís, la suya o la mía; también yo encontré entre mis labios esa misma palabra: sólo Dios; también yo quería elegirlo a Él como el ideal de mi vida”.
Poco después finalizó la guerra y su novio regresó del frente, pero Lía eligió el llamado de Dios. En 1958 realizó su primer viaje a América, donde realizaría su obra durante medio siglo, en particular la fundación de Mariápolis, dentro del partido de Junín, cerca de la localidad chacabuquense de O’Higgins.
La ciudadela se convertiría en polo de nueva evangelización y de promoción entre las empresas del proyecto de la economía de comunión. Lía fue una apasionada de Latinoamérica y junto con Victorio Sabbione sostuvo el nacimiento de la editorial Ciudad Nueva.
En un continente desde siempre marcado por fuertes problemáticas sociales y revoluciones, Lía supo cuál era la receta que había que proponer: “también la nuestra es una revolución, usa el arma más potente: el amor que Jesús trajo a la tierra; también nosotros hablamos del hombre nuevo: el de San Pablo, pero también del hombre viejo, que tratamos de hacer que muera sobre todo en nosotros mismos; también el nuestro es un proyecto de muerte y de vida: apunta a que todos sean uno”.
Lía cuidó de forma especial el nacimiento y el desarrollo de la ciudadela de O’Higgins, una pequeña sociedad renovada por el Evangelio que hospeda a familias, focolarinos, sacerdotes y cientos de jóvenes que todos los años llegan de todas partes del mundo. Lía fue una gran promotora de la economía de comunión, que se plasmaría en el centro empresarial “Solidaridad” de Mariápolis.
También fue protagonista del diálogo interreligioso con fieles judíos y del Movimiento Político por la Unidad en Argentina, Uruguay y Paraguay. Lía Brunet falleció en Roma el 5 de febrero de 2005. Sus restos fueron traídos a la Argentina y descansan en el cementerio de Mariápolis. En su homenaje, la ciudadela recibió el nombre “Mariápolis Lía”.
Por su parte, el Concejo Deliberante de Junín a través de la ordenanza 4972 del 29 de noviembre de 2005, le asignó la denominación “Lía Brunet” a la continuación de la avenida La Plata, en el barrio Emilio Mitre.
Reservas e informes
Web: www.mariapolis.org.ar
WhatsApp +54 9 236 453 2003
e-mail: mariapolis@mariapolis.org.ar