Cynthia Walton es una de las mejores vidrieristas de nuestra ciudad, dedicada a su labor desde 1991. Si bien siempre le gustó su trabajo, ella también se capacitó y estudió en Buenos Aires para ser vidrierista y desde 1996 desarrolló su trabajo en la decoración de locales comerciales, de sus vidrieras y también de sus locales para atraer la atención de los clientes.
Cynthia se recibió de Diseño para la Exhibición de Productos en el 2015 y también dicta cursos en Junín, Vedia, Alberdi y Alem para la Formación Profesional, durante aproximadamente seis años. “Enseño de qué manera poder exhibir el producto en vidriera para fomentar las ventas”, apuntó. De acuerdo a lo expuesto, estuvo trabajando en una amplia variedad de rubros: indumentaria, indumentaria deportiva, ropa femenina y masculina, ropa de niños, joyería, incluso también pescadería para Navidad y demás; en estaciones de servicio, zapatería, lencería, etc. siempre con el objetivo de fomentar las ventas.
A la pregunta cuál era el rubro más difícil de mostrar a través de una vidriera, Cynthia respondió: “No es que sea difícil sino que cuesta trabajarlo y es el rubro Lencería”.
Según lo expuesto, no es nada fácil armar una vidriera con lencería. “Al ser un producto tan blandito hay que armarlo y es difícil. Los productos de lencería y corsetería son prendas muy blanditas, entonces hay que agarrarlos con alfileres, agarrarlos a la pared. Eso impide a uno moverse con facilidad dentro de la vidriera”, dijo.
“Todos los soportes para vidriera son de acrílicos. Para poner los corpiños o las mallas y demás vienen los maniquíes que te dan más facilidad. Pero como en el rubro lencería se coloca mucha cantidad de productos entonces es más difícil el armado, se requiere de mucha paciencia por sobre todas las cosas”, comentó.
Otra de las vidrieras que llamó la atención fue la de una pescadería. “Había que adaptar una decoración navideña, al tipo de producto. Decoración de los techos y paredes, usando figura de peces de mar, con mucho dorado, algunas cintas, todo lo relacionado a la Navidad, pero adaptado al producto que eran los pescados”, explicó.
La actividad
A la pregunta si la actividad de los vidrieristas se habían normalizado por estos últimos meses, después de la pandemia y las restricciones, Cynthia respondió: “El trabajo del vidrierista por lo general aumenta cuando existe una crisis económica porque los propietarios de los locales tratan de buscar un especialista para poder fomentar las ventas”.
“Tratamos de ser lo más creativo posible en sus vidrieras para atraer el ojo del cliente. Entonces cuanto más crisis hay es cuando más trabajo tenemos. Es así porque el vidrierista da una mano a los comerciantes para poder fomentar las ventas”, destacó.
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