“Productos frescos, saludables y sustentables”, reza el lema de Hidroponia Junín, el proyecto que está próximo a cumplir 3 años y que trajo a la ciudad una revolucionaria técnica para el cultivo de verduras de hoja sin tierra, sin pesticidas sintéticos, totalmente artesanal y a pocos minutos de los puntos de venta.
Valeria Pogorelsky y Federico Tobal recibieron a Democracia y dieron detalles del trabajo diario en su emprendimiento, que abastece a la ciudad con alimentos de calidad.
Emprendimiento familiar y consciente
Surgido en octubre del 2020, Hidroponia Junín es un proyecto familiar que tanto Valeria como Federico soñaron y llevaron a cabo. Pasaron más de 2 años, el horizonte es amplio y las perspectivas de crecer, alentadoras.
Pero el primer cultivo hidropónico de la ciudad no nació de forma espontánea. “Siempre nos gustó el cultivo de verduras, teníamos una huerta familiar de uso propio”, explicó Federico, y así, durante la pandemia, se interiorizaron en la técnica y le dieron rienda suelta a su emprendimiento.
Cursos y capacitaciones mediante, las primeras cosechas fueron sólo de lechuga, hasta contar hoy con una amplia variedad de verduras de hoja, que se destacan por su frescura, textura, color y calidad.
“Nuestra misión es proveer productos premium, a través del cultivo de alimentos frescos, sanos, naturales, libres de pesticidas sintéticos y producidos localmente de manera sustentable”, señalaron los productores que, a casi tres años de sus inicios, reconocen que el proyecto demanda mucho de su tiempo y están conformes con el presente.
Una técnica novedosa
La hidroponía es novedosa, pero poco tiene de nuevo y desconocido. Se estima que en el año 300 a.c comenzaba a estudiarse, y fue en 1627 cuando Francis Bacon publicó el primer trabajo sobre el crecimiento de plantas sin sustrato terrestre.
La palabra hidroponía deriva del griego hidro (aqua) y ponos (labor o trabaio), por lo que significa, literalmente, trabajo en agua. De hecho, la etimología es certera, puesto que, tal como señalaron quienes dirigen el emprendimiento, “la hidroponía es una técnica de cultivo en agua que prescinde de la tierra como vehículo transmisor de nutrientes”. Décadas de trabajo agrícola que dan paso a una completa novedad.
Es que lo particular de este tipo de cultivo son las ventajas que brinda a nivel calidad, nutrición e impacto ambiental y, en dicho sentido, Federico explicó a Democracia que “El secreto está en que las plantas se sostienen sobre un sustrato inerte y se alimentan directamente de una solución balanceada de nutrientes disuelta en agua”. Ello evita el contacto con malezas o plagas propias de la tierra y hace a una verdura muy beneficiosa.
Al momento de hablar de las ventajas, los productores eligen distinguir entre lo que es positivo para el consumidor y para el medioambiente. Respecto al primer caso, se destaca “la calidad nutricional, la ausencia de pesticidas sintéticos, el mayor nivel de conservación, la frescura y limpieza”. El cultivo es artesanal, y la familia a cargo de Hidroponia Junín cuenta con un invernadero dedicado a ello a sólo minutos de los puntos de venta, lo que evita los largos lapsos de almacenamiento y transporte. Además, explicaron que “el control integral de plagas se efectúa con productos 100% orgánicos” y que la ventaja estriba en que “se cosechan y entregan plantas vivas”, lo que mejora su conservación.
Por otra parte, y como cara de la misma moneda, el planeta también se ve beneficiado de la técnica de cultivo, dado que evita la erosión de la tierra, usa poco espacio físico y disminuye la huella de carbono, porque no se recorren largas distancias en camiones. Además, los productores explicaron que “gracias a la recirculación por las raíces, se optimiza al máximo el consumo de agua, y se llega a reducir hasta un 90% el consumo con respecto al cultivo tradicional en tierra”
Es, en definitiva, agricultura ecológica y sustentable; el futuro a pocos minutos del centro de la ciudad.
Lo que se cultiva en Junín
La hidroponía tiene un potencial notable para el cultivo de verduras y hortalizas de todo tipo, y en la ciudad se ha desarrollado en los más de 2 años una oferta amplia y vasta de productos frescos, saludables y de origen sustentable.
Actualmente, el ciclo está recomenzando, y mientras crecen con el continuo movimiento del agua, en las hileras de Hidroponia Junín se puede ver todo tipo de verduras de hoja.
Las lechugas crespa, mantecosa y morada son de amplia rotación, y juntas comprenden diferentes texturas, sabores y colores. La rúcula, con su particular sabor suave y picante; la albahaca y la radicheta también se obtienen en cada cosecha, y para las mesas familiares también se produce acelga común y arcoíris, variedad que se destaca por su gama de colores.
El kale, que se ha popularizado en el último tiempo, “es un superalimento”, explican desde el emprendimiento. Ello se debe a que “concentra mucha cantidad de nutrientes y muy pocas calorías” y es rica en fibras y proteínas. Su uso no se limita a las preparaciones crudas y cocidas, y también puede formar parte de jugos frescos.
Pero en Hidroponia Junín también se cosechan productos novedosos en la ciudad, tales como el pak choi y tatsoi, ambas verduras de origen oriental que pueden consumirse de diversas formas y se complementan bien con los diferentes sabores. Además, también se obtienen “microgreens” que, tal como explicó Federico, “son vegetales comestibles de plantas muy jóvenes cosechadas en sus primeras fases de crecimiento” y son eficaces para agregar nutrientes a las comidas, dado el tamaño pequeño, el alto valor nutricional y su sabor concentrado.
Por su parte, en Junín también se producen los alimentos que son furor en Europa, los “baby leaf” que, en definitiva, son hojas jóvenes, frescas y tiernas con gran cantidad de nutrientes en su pequeño tamaño. “En un bocado, la concentración de vitaminas y minerales es 3 veces más que si comés el mismo bocado de las hojas adultas”, explicaron los productores.
Sin largos períodos en depósitos, sobre la ruta o en los mercados. Frescos y saludables. Una variedad de alimentos que llega a las góndolas de los diferentes puntos de venta de forma periódica.
Además, los productores brindaron un dato no menor: a temperatura ambiente, con parte de las raíces en contacto con el agua y parte fuera, las verduras hidropónicas se conservan mucho mejor. La alternativa es usar servilletas y recipientes herméticos para su almacenamiento en casa.
Los envasados, una alternativa
Comprar verdura no implica necesariamente tener que cocinar o hacer preparaciones adicionales en casa, y los envasados cumplen con el propósito de brindar mayor comodidad a los consumidores. Desde Hidroponia Junín señalaron que también cuentan con una oferta de “productos envasados de hojas seleccionadas” y, además, de “ensaladas premium”, combinaciones de verduras de producción propia que satisfacen a todos los paladares.
El “mix de lechugas” trae hojas de las 3 variedades cultivadas y también se vende en baby leaf; el “mix oriental premium” incluye kale, pak choi y tatsoi; y el “mézclum baby leaf” está compuesto por lechuga crespa, mantecosa, morada, kale, achicoria. En este formato de venta también se pueden conseguir baby leaf de espinaca y achicoria.
Por su parte, las ensaladas premium ofrecidas son “Jazmín”, hecha con baby leaf de lechugas y tomates cherry; “Magnolia”, de baby leaf de lechugas y rúcula, achicoria,
albahaca y tomates cherry; y “Tulipán”, que cuenta con baby leaf de lechugas y rúcula con tomates cherry.
A modo de balance, Federico señaló que “todavía falta recorrer un largo camino vinculado a la incorporación en comercios y restaurantes” y, además, adelantó que “cabe la posibilidad de ampliar la oferta de cultivos con frutos”, tales como frutillas y tomates cherry.
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