La construcción de una pileta demora entre 15 y 20 días.
La construcción de una pileta demora entre 15 y 20 días.
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Piletas: hasta 3 millones de pesos para refrescarse en casa

La oferta local es amplia. Los costos del chapuzón parten de los 15.000 pesos, en el caso de las piletas de lona, y, para los modelos básicos de hormigón y fibra de vidrio, la construcción alcanza las 7 cifras. El testimonio de los comerciantes respecto al verano 2023.

Con temperaturas que alcanzan los 40 grados, las tardes de verano difícilmente se disfrutan sin una pileta donde refrescarse. Para las casas de barrio, los patios grandes o las quintas, la oferta es amplia, y las familias pueden elegir entre la lona, fibra de vidrio y hormigón.

Consultados por Democracia, los comerciantes locales destacaron que las ventas en la temporada fueron buenas y, aunque sea con un modelo básico y económico, nadie quiere privarse del chapuzón.

Para los amantes de los detalles de color, y para una mayor comodidad, se ofrece playa húmeda, luces de colores, cascadas o revestimientos especiales, por lo que, desde la tradicional pileta con caños de 15.000 pesos, se puede pagar hasta 3 millones por una de hormigón estándar.

De lona, la opción más económica

Con récord de ventas, la temporada 2022/2023 ha sido muy favorable para las piletas de lona, que han registrado faltantes en las fiestas y, aún hoy, se venden en cantidad. 

Con caños, inflables, redondas, cuadradas o rectangulares. La oferta se ha diversificado y, entre las diferentes marcas, los clientes pueden también elegir la profundidad y capacidad del natatorio, que se desarmará con los primeros atisbos del otoño.

Consultado por Democracia, Carlos Donatti, encargado de Bringeri, señaló que “Por suerte, se vendió muchísimo, y este año se superaron todos los números que se esperaban”.

Es que el vendedor estima que “las olas de calor intensas tempranas ayudaron” y sabe, como es de esperarse, que los diseños que se venden en las casas de artículos para el hogar representan el 1% del precio de las piletas de fibra o de hormigón.

De acuerdo a un sondeo propio por los comercios, el rango de precios es muy amplio para las piletas familiares que se venden en caja. El diseño más buscado, de 3 x 2 metros, cuesta entre 39.000 y 50.000 pesos, de acuerdo a su profundidad. Un modelo más grande, marca Pelopincho o Sol de Verano, de 4.45 x 2.25 metros y 0.80 de profundidad, se vende por 80.000 pesos. Los diseños más chicos, de 2.50 x 1.65 metros, marca Sol de Verano, cuestan hasta 39.000 pesos.

Sin embargo, las opciones más amigables con el bolsillo son aquellas sin caño, los modelos redondos que sólo cuentan con un aro inflable y que se arman con la presión del agua.

De la marca Bestway, de 2,26 de diámetro y 0,61 metros de profundidad, arrancan en 16.000 pesos. Hay modelos de hasta 35.000 pesos (de 3.05 metros de diámetro) y 41.000 pesos (3,66 metros de diámetro). “Esas fueron furor apenas salieron, tuvieron buena repercusión“, recordó Donatti. Hoy el mercado lo dominan las tradicionales de caño, y el vendedor destacó que “A la gente, la marca le es indistinta porque la lona es prácticamente la misma”, y los precios no son muy diferentes entre Pelopincho, Tiburoncito y Sol de Verano.

Asimismo, los modelos redondos con caños cuestan hasta 60.000 pesos y, para los más chiquitos, son más económicos. Una pileta marca Pelopincho, de 1.55 x 1.07 metros, cuesta 13.500 pesos, y una Sol de Verano, de 1,30 x 0,95 metros, se vende a 8.600 pesos.

“Antes de las fiestas, ya nos habíamos quedado prácticamente sin piletas. Tuvimos que hacer una reposición”, destacaron desde Bringeri que, aunque la temporada ya empezó hace varias semanas, aún reciben clientes en busca de su pileta. “Seguimos vendiendo muy bien”, agregaron.

Sin embargo, Donatti observó que “Más que en el precio, la gente repara mucho en la medida”, y todas las familias adaptan el espacio disponible para tener un lugar donde refrescarse. 

Fibra de vidrio, con alta demanda

Enterrar una pileta, al igual que construir una, es un proyecto no sólo más costoso sino también duradero. Son muchas las familias que, en su casa o quinta, optan por el natatorio familiar, de mayor profundidad y que no se arma ni se desarma.

Desde Corralón Fam, empresa vediense con sucursal en Junín, señalaron que en esta temporada las ventas fueron muy buenas y que, además, las familias pueden elegir entre diferentes modelos y tamaños.

“Hay muchos modelos, parten de los 3,80 metros hasta los 10 metros, y el ancho oscila entre los 2,30 y los 3,25 metros”, explicó a Democracia Gerardo Carmona, de la firma, pero aclaró que el modelo más popular es el de 6 o 7 metros, la medida estándar para una pileta en un patio o quinta.

En cuanto a los costos, es notable la diferencia respecto a cualquiera de los modelos de lona, porque “oscilan entre 1 y 2 millones y medio de pesos”. Cabe señalar que el traslado, uso de grúa y mano de obra están contemplados en ese monto y que “es un servicio de llave en mano, con todo incluido”, es decir, colocación, el hormigón perimetral con las baldosas atérmicas y equipo de filtrado automático. 

En este caso, entonces, sólo hay que pagar y esperar a su colocación, sin leer instructivos ni comprar maicena para desarmar en marzo. Según destacó Carmona, “En 3 días, la instalación está completa”, la pileta está lista para el primer chapuzón y, respecto a la demanda, explicó que cuentan con stock y logística preparados para atender los pedidos, sobre todo en esta época del año. 

“Tenemos disponibilidad en la agenda, para nuevas consultas en el verano la instalación es casi inmediata”, detalló.

Pero, contrario a lo que comúnmente se cree, la pileta de fibra de vidrio no es una caja plástica que se entierra y nada más, sino que cuenta con sistema de filtrado y de
sagote y, para quienes deseen agregar detalles de color, se pueden comprar luces, cascadas y caños de climatización. “No son costos extras muy elevados, hoy 2 luces cuestan 50 mil pesos”, explicaron desde el corralón.

Asimismo, en cuanto a la calidad, Carmona destacó que “La fibra de vidrio es un material súper noble y son piletas muy buenas” y que, en su caso, sólo trabajan la marca IPC, “La única firma en el país que desarrolla las piletas bajo normas ISO y que cuentan con 15 años de garantía”.

De hormigón, a medida

En el caso de los natatorios construidos en hormigón, las posibilidades son infinitas, y el diseño lo elige cada cliente junto a la empresa constructora. Sin límites en el tamaño ni en la forma, cada patio o quinta puede tener un modelo adaptado a sus necesidades, y los referentes del sector dieron detalles de su construcción. 

“Las piletas más chicas que hacemos son de 2,50 x 5 metros”, señaló Marcelo Garcés, dueño de Vipa Natatorios, aunque aclaró que generalmente se optan por modelos rectangulares.

“Para una casa, la medida estándar es de 6 x 3 metros, y ronda en los 2 millones de pesos”, explicó Juan Cruz Dal Bon, de Olimpo Natatorios, que también observó que antes “la medida estándar era de 7x4, pero hoy se están usando piletas más chicas”, no sólo por los espacios disponibles sino porque el costo de la obra depende de ello. 

En dicho sentido, en el caso de las construcciones de hormigón, los precios básicos oscilan entre los 2 y 3 millones de pesos, y la pileta se entrega, tras 15 o 20 días de obra, lista para el primer chapuzón. “El presupuesto base incluye la pileta de hormigón, el contorno con bordes atérmicos y el sistema de filtrado”, señaló Dal Bon.

Asimismo, al igual que sucede con los natatorios de fibra, el cliente puede elegir por detalles de mayor comodidad o que hagan a la estética. “Al presupuesto base se le puede agregar también más vereda, el solárium seco, luces blancas o de colores, y revestimiento de venecitas”, agregó Juan Cruz.

La playa húmeda, o solárium dentro de la pileta, es también una opción que pueden elegir las familias, y la construcción desde cero permite que tanto el tamaño como su profundidad sean a medida. En dicho sentido, explicaron desde el sector, lo más común es que sea de 2 metros de largo y una profundidad de 20 centímetros, para poner reposeras o que jueguen los más pequeños.

Es ineludible que este tipo de construcción sea la más costosa del mercado, pero cuenta con sus puntos a favor. En cuanto a la demanda, Garcés señaló que “El momento de mayor trabajo comienza en abril” y que, aún en verano, reciben nuevas consultas. Entretanto, las dificultades derivadas del stock de los insumos, en muchos casos importados, hace que las empresas tomen recaudos adicionales, como reservar stock de forma personalizada tras la firma del contrato.

Por su parte, Dal Bon señaló que el 2022 “Fue un año más calmo”, y las consultas por presupuestos no fueron tantas durante la temporada alta. Actualmente, con obras aún pendientes de ejecutar, brindan turnos para mayo, y en municipios de la zona, como Lincoln y Chacabuco, la demanda es también alta.

De mantenimiento, 10.000 pesos por mes

Además del service que necesitan las bombas y equipos de filtrado, y que suele realizarse cada pocos años, contar con una pileta de hormigón o fibra, en la que la capacidad de agua es notablemente mayor a una de lona, implica tener mayores recaudos para mantenerla limpia.

Las casas constructoras también venden artículos para el saneamiento y mantenimiento de las piletas, y así evitar el cambio periódico de agua. Cloro líquido, en pastillas o granulado, clarificador y alguicida; la oferta es vasta. Incluso, destacó Dal Bon, “se vende alkiclor, un producto muy efectivo que contiene todos los químicos juntos”.

Si bien la cantidad de producto depende casi exclusivamente del tamaño del natatorio, en el caso de la medida estándar, Garcés calcula que “Para el mantenimiento durante el verano, se calculan 10 mil pesos por mes”, lo que hace a un costo aproximado de 30 mil pesos por temporada para mantener el agua limpia. Durante el resto del año, el costo se reduce notablemente.

Asimismo, explicó el comerciante, “La cantidad de productos también depende de la ubicación de la pileta, puesto que no es lo mismo mantener una en la ciudad o en una quinta”. 

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