Las cinco mejores actividades para disfrutar de la selva misionera
TURISMO

Las cinco mejores actividades para disfrutar de la selva misionera

Un acercamiento a las cadenas de cataratas, hoteles en armonía con la naturaleza y excursiones para observar las estrellas junto a pueblos ancestrales. Los imperdibles para hacer en pareja o familia.

Si bien la superficie de Misiones equivale solo al 1% total de la Argentina, se trata de una de las provincias más visitadas. En su selva subtropical existen especies que llegan hasta los 45 metros de altura, más de 800 cursos de agua y ruinas jesuíticas con 400 años de antigüedad.

Las Cataratas del Iguazú, compartidas con Brasil y consideradas como una de las “Siete Maravillas naturales del mundo”, se presentan allí como la atracción turística por defecto; pero tiene mucho más para ofrecer: explorar senderos rodeados de yaguaretés y pumas, sumergirse en la cultura de poblaciones indígenas, navegar por los saltos y observar tucanes, osos hormigueros y caimanes en su hábitat natural.

Uno de los sitios “escondidos” es el Parque Provincial Moconá, ubicado dentro de la Reserva de la Biosfera Yabotí y en donde los saltos -conocidos como “cascadas” si tienen grandes magnitudes- son el atractivo principal.

Los Saltos del Moconá, del guaraní “el que todo lo traga”, conforman en realidad un solo cañón de tres kilómetros de largo con caídas de agua que pueden ir desde los dos hasta los diez metros de altura; siendo la mejor forma de experimentarlos tomar un paseo en lancha de la mano de un guía profesional local.

Pueden realizar excursiones de senderismo, con tres alternativas según el estado físico de cada turista: el sendero Chachi de 1800 metros y dificultad baja, La Gruta de 600 metros y dificultad alta, y el acceso al embarcadero Piedra Bugre de dos kilómetros y dificultad alta.

Otra manera de fundirse con la naturaleza es visitar el Moconá Virgin Lodge, un pequeño hotel boutique ubicado en medio de la selva de la Reserva Biosfera Yabotí. Los visitantes no solo pueden disfrutar de la piscina rodeada de árboles, sino también hacer tirolesa, arquería, caminatas nocturnas bajo las estrellas, fogones en la costa del Arroyo Yabotí y degustar comida autóctona.

El astroturismo resulta una opción perfecta para aquellos que buscan conectarse con las raíces culturales de los sitios que visitan. En el Parque Provincial Salto Encantado del Valle del Arroyo Cuñá Pirú, corazón de la provincia, existe la posibilidad de explorar las constelaciones junto a los pobladores ancestrales de la región.

La reserva de más de 13 hectáreas de amplitud y con un cielo libre de contaminación lumínica, ofrece una jornada que comienza con la escucha de los mitos y leyendas de los mbya guaraníes y culmina con la observación del cielo con telescopios, unificando la cultura de los pueblos originarios con la naturaleza.

“Tenemos el mejor de los relojes en el cielo. El sol nos indica la hora, la luna nos indica los días y las estrellas nos marcan las horas y los meses del año”, explican desde la organización de la experiencia.

Por otro lado, quienes prefieren conocer Misiones “sin salir del auto” tienen la opción de recorrer dos de las rutas más importantes de la provincia. La RP7, con decenas de miradores y caminos de cornisa, es una carretera de 39 kilómetros completamente pavimentada que se inicia en la ciudad de Jardín América y culmina en Aristóbulo del Valle, a 12 km del Parque Provincial Salto Encantado.

Además, los amantes de los viajes largos pueden disfrutar de los paisajes selváticos que ofrece la RP2. También llamada “Ruta Costera”, recorre 290 kilómetros de norte a sur, iniciándose en la colonia agrícola de Azara y culminando en los Saltos de Moconá; no sin antes pasar por las localidades de Apóstoles, Concepción, San Javier, Oberá, 25 de mayo, Guaraní y San Pedro. 

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