El Gobierno de Salta, en adhesión a la Secretaría de Articulación Federal de Seguridad de la Nación, recomendó, de manera preventiva, no consumir agua, pescar, consumir peces ni bañarse en el río Pilcomayo, tras el colapso de un dique de cola en Potosí, Bolivia, y el posterior derrame de sedimentos mineros en un afluente del río.
Fuentes gubernamentales informaron que el pedido se realizó de manera preventiva, hasta que la Secretaría de Recursos Hídricos de Salta pueda realizar los estudios en el tramo del río correspondiente al territorio salteño, que comprende la cuenca que va desde Hito 1 hasta el límite con la provincia de Formosa.
El colapso de un dique de cola en Potosí, en Bolivia, y el posterior derrame de sedimentos mineros en un afluente del río Pilcomayo motivaron al Comité de Emergencia creado para abordar la situación, con el objetivo de minimizar posibles complicaciones en el cuerpo de agua, a realizar las recomendaciones.
Los voceros indicaron que se espera que, en caso de llegar el material a la zona mencionada, lo haga aproximadamente entre el domingo 7 y el martes 9 de agosto, momento que se utilizará para tomar las muestras destinadas al estudio para establecer si el curso de agua resultó afectado en el tramo salteño.
Las recomendaciones del Gobierno Provincial, en adhesión a la Secretaría de Articulación Federal de Seguridad de la Nación, son no consumir agua, no realizar pesca, no consumir peces y no bañarse en el río.
El abordaje de esta situación se realiza de manera conjunta con el Gobierno Nacional, a través Subsecretaría de Planificación y Gestión Operativa de Proyectos Hídricos del Ministerio de Obras Públicas, y la Comisión Trinacional para el Desarrollo de la Cuenca del río Pilcomayo.
El secretario de Recursos Hídricos de Salta, Mauricio Romero, informó que, por las distancias entre Potosí y el límite internacional, es posible que este incidente no afecte el cauce en territorio provincial: “Cabe considerar que los metales tienden a ser absorbidos en los sedimentos del río y extraídos de la fase acuosa”.
Por ello, sostuvo que “su llegada depende de la velocidad de arrastre de estos sedimentos desde la alta cuenca hasta nuestro territorio, que es de menor velocidad en esta época del año, por ser época de estiaje, y un elemento fundamental es contemplar también que el traslado no es lineal”.
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