Poner primera no va más: la caja automática viene “apalancada”
LOS VEHÍCULOS, CADA VEZ MENOS MANUALES

Poner primera no va más: la caja automática viene “apalancada”

En los últimos años, la participación de este tipo de transmisión saltó del 7 al 35% en la plaza de coches locales. Las diferencias

Argentina es uno de los países donde la transmisión automática tardó más en posicionarse como una opción estándar. Sin embargo, en los últimos años la oferta de vehículos en el país se está sesgando hacia esa tecnología. En los segmentos medios comenzó a posicionarse como la opción por defecto en las versiones tope de gama y en los segmentos más altos, directamente como la única opción disponible.

Según un informe del Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (SIOMAA), difundido por la Asociación de Concesionarios (ACARA), hace apenas 7 años, en 2015, los patentamientos de vehículos con transmisión automática representaban algo más de 7 por ciento del total, mientras que el otro 93 por ciento tenía una caja manual.

Durante los años que siguieron, la oferta de modelos creció en cantidad, pero también lo hizo en opciones de equipamiento. Eso fue cierto al menos hasta 2019. Sin embargo, aún con el cambio de tendencia que se evidenció desde entonces, la transmisión automática se mantuvo ganando terreno en los patentamientos.

En 2019 ya representaban el 25 por ciento del total y en lo que va del 2022, se ubican en torno al 35 por ciento de las entregas de vehículos 0km. Si bien durante el último año el avance parece haberse estancado, la tendencia luce irreversible y a prueba de crisis, de acuerdo al informe.

En 2015 el mercado argentino ofrecía 319 modelos de 36 marcas diferentes. Entonces, casi la mitad de esos modelos tenían una transmisión manual como única opción mientras que un 30 por ciento de ellos tenían alguna propuesta de caja automática, sobre todo en las versiones tope de gama.

Así y todo, los vehículos que se patentaban eran en su gran mayoría de transmisión manual (93 por ciento). Apenas el 26 por ciento de los modelos en oferta tenían caja automática como única opción y se trataba sobre todo de vehículos de alta gama con muy poco volumen de ventas.

Cuatro años más tarde, la oferta de vehículos había crecido a 380 modelos diferentes y se habían sumado algunas marcas más al mercado, ahora eran 56. La cantidad de modelos con transmisión solo manual se había reducido 10 puntos y representaban el 34 por ciento del total de modelos en oferta mientras que los modelos con alguna propuesta de caja automática ya representaban algo más del 66 por ciento del total.

“Lo que ocurrió luego ya lo conocemos. El cisne negro de la pandemia interrumpió todos los procesos que se venían dando en el mundo, frenó algunos y aceleró otros, lo que, sumado al cambio de ciclo en la política y la macroeconomía local, terminó por reconfigurar la oferta”, según el informe de Siomma. La cantidad de modelos disponibles hoy en el mercado se redujo significativamente (264) aunque muchas de las marcas continúan resistiendo (hoy hay 51 con oferta activa).

De todos modos, la tendencia de avance de la transmisión automática se mantuvo, e incluso se aceleró. En los 6 meses que van de 2022, el 47 por ciento de los modelos en oferta tienen solo transmisión automática como opción, mientras que otro 25 por ciento la ofrece dentro de alternativas donde también hay alguna caja manual.

Solo el 28 por ciento de los modelos nuevos que se pueden encontrar en las concesionarias hoy tienen una caja manual como única opción.

Pro y contras

Como todo, el funcionamiento y rendimiento tiene opiniones a favor y otras en contra, aunque algunas de estas para las fábricas que trabajan con cajas automáticas son “más prejuicios, que verdades”.

Por ejemplo, conductores de vehículos se llegan a preguntar ante esta opción que creció con este siglo: “¿por qué dejar que el auto haga los cambios por mí”; o bien “la caja automática ¿no gasta más que una manual?”; y sino: “si se rompe ¿no sale más cara que un coche nuevo?”.

En cambio, se remarcan beneficios con la transmisión automática. Está claro que el principal es el confort en la conducción, más cuando el tránsito es cada vez más complejo y lento. Mecánicamente, diferencian el desgaste del embrague, típico en un vehículo con caja manual.

Más allá que los automóviles con caja automática son más costosos en valor unidad que con transmisión manual, aseguran que los actuales modelos ofrecen “un andar ágil y económico”.

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