MENOS DE 150 PÁGINAS

La moda es leer “cortito y al pie”

Crecen las publicaciones de novelas y de ensayos que se ven “de un tirón”

Como si fuera una muestra de época, buena parte de la producción editorial del último tiempo pone en circulación escrituras breves, textos que no superan las 150 páginas y que, ya sean ficción o ensayo, buscan adaptarse a los nuevos formatos de consumo a través de libros que “se leen de un tirón”.

¿Lo bueno, si breve, dos veces bueno, como dice la célebre frase de Baltasar Gracián? ¿O qué tipo de apreciación envuelve a la presencia cada vez más creciente de libros cortos? Las formas de leer, los vaivenes de la industria editorial, el trabajo con el lenguaje y las posibilidades de circulación de un libro son algunas de las variables que identifican los diferentes actores que intervienen en el mercado del libro.

“Es una característica que estamos notando en las últimas novedades editoriales”, apunta Victoria, encargada de la librería Cúspide en nuestra ciudad, y precisa que esta tendencia “se da sobre todo en editoriales medianas y pequeñas, muchas de las cuales publican literatura nacional. Hay sellos que apuestan al diseño, al formato pocket y al texto breve como marca de presentación. Hay varios ejemplos de sellos locales que van por ese lado: Godot, Odelia o Mansalva son sólo algunos”.

Los libros breves, de pocas páginas, tienen cada vez más notoriedad y, como apunta Victoria, son publicados generalmente por editoriales medianas y pequeñas -aunque no exclusivamente-, a veces por azar, otras por decisiones deliberadas. Es una búsqueda que también atañe a proyectos de escritura que se piensan así, y a las formas de leer de los lectores de hoy, de este tiempo presente de infinitos estímulos y dispersiones.

¿Pero cuál es el valor de lo breve? Para Verónica Stedile Luna, editora del sello local Eme, “lo breve ya no es una cuestión de géneros, como la micro ficción o la nouvelle, sino una forma de pensar la relación textolibro. También es una manera distinta de pensar la idea de ´proyecto´ de escritura. Lo breve tiende a ser un matiz, una mirada, una lectura, y en ese sentido también renuncia a la imposición, o a la gran elocuencia como objetivo”.

La editora y también profesora de Literatura en la UNLP identifica un “desplazamiento” de lo conciso ya no hacia los géneros sino “a la forma”. “Evidentemente -dice- hay una forma de circulación de la escritura que se está dando” y eso también “tiene que ver con una manera de pensar el libro y con que hay textos que funcionan en su propia unidad”. Se refiere a obras que necesitan otros tiempos, como ocurrió con “Apuntes para las militancias”, de María Pía López, un texto urgente para debatir en un año, el 2019, donde entre otras cosas “se definía el aborto legal; entonces tiene esa impronta de lo que se escribe rápido para salir a circular, a debatir”.

 Más como lector que como editor del sello Mansalva, Francisco Garamona señala: “Para mí las novelas breves tienen una cosa dinámica: se leen rápido, las podés completar en un ida y vuelta en un viaje en colectivo. En este tiempo que conspira tanto contra la concentración y el poder dedicarse a la lectura, la literatura breve ayuda mucho al corazón de la idea directamente”.

“Si bien hemos sido lectores de grandes novelas extensas, novelas góticas, del siglo XIX, esta es una época que es más directa, no hay tantos desvíos”, dice el cofundador de editorial Mansalva, cuyo catálogo reúne muchos libros que tienen este formato de lo breve pero más por “azar” que por decisión de búsqueda editorial o de forma literaria deliberada. 

En cambio, Vinilo sí es un sello que pensó de entrada y por una cuestión estética un catálogo de libros cortos de no ficción, como parte de un gusto y de una estrategia, según cuenta su fundadora, Joana D´Alessio: “La idea era atraer lectores, que fueran libros que quieras agarrarlos cuando los ves en la librería. En paralelo, me gustaba también la posibilidad de ofrecer un texto que puede ser leído de una sentada, de un tirón. Porque en mi experiencia lectora, los libros que he tenido oportunidad de leer así, en un único momento espacio temporal, han producido un efecto de fijación en mi memoria”.

Aunque “parece que lo breve encaja bien con el espíritu de la época”, no fue ese el propósito que se persiguió desde la editorial, más bien el foco estuvo puesto en ofrecer “una pequeña experiencia”, dice la editora de Vinilo y también de un sello orientado a infancias, Ralenti.