Café de especialidad y pastelería europea, opciones que ganan adeptos en Junín
Con granos de diversos rincones del mundo y especialidades para todos los gustos, la experiencia de interrumpir la rutina en una cafetería adquiere nuevos matices en la ciudad. Se repara en la estética y los detalles, y se combina la calidad con la elaboración artesanal.
Tomar café no pasó de moda, ni corresponde a una sola franja etaria, sino todo lo contrario. A modo de réplica de lo que sucede en las grandes ciudades, en Junín se instalan nuevos establecimientos con propuestas variadas para sus clientes, y una amplia carta de bebidas y delicatessen.
Con un particular estilo importado del Viejo Continente, las cafeterías de especialidad plantean sus espacios para clientes multitareas, que las eligen para la pausa a su rutina, reuniones de trabajo, encuentros sociales o un momento en soledad junto a la lectura.
Democracia dialogó con representantes de los nuevos establecimientos de la ciudad, quienes destacaron la oferta gastronómica y la experiencia ofrecida a sus visitantes de todas las edades. El café de autor y la pastelería europea elaborada artesanalmente son hoy un estilo muy presente en Junín.
Calidad
Las cartas son variadas, pero sin dudas el café es la infusión más popular, y la razón por la cual muchos consumidores optan por nuevas alternativas. Tanto el origen como la selección y plantación, son factores importantes que hacen a un café de especialidad, y en Junín se sirve el destilado de granos de diferentes partes del mundo.
En dicho sentido, Juan Pablo Castellaro, gerente de Edison, cafetería que trabaja desde 2016 en la ciudad, destacó que la mayoría de las opciones de su menú son realizadas con materia prima que proviene directamente de “fincas de origen en Colombia, Guatemala o Brasil”, y por ello afirmó que se trata de un “café de calidad”.
Por su parte, Marcos Fitipaldi, cocinero de Perrolobo, explicó que se enfocan en que sus productos sean artesanales, y por ello optan por “un grano brasilero muy rico y muy elegido por los visitantes”, que, agregó, proviene de “tostadores independientes”, y ello explica su particular sabor.
En cuanto a la oferta, es ineludible que quien desee pedir un café en la ciudad cuenta con múltiples opciones. Al respecto, Patricia Rodríguez, dueña de Le Jardin d'Amelie, detalló que, además del clásico café en jarrito, cuentan con “especialidades como machiatto, doppio, mocca, flat white, café irlandés y carajillo, entre otros”. Asimismo, no le temen a la combinación con el chocolate, y ofrecen novedades como “capumarroc, submarino blanco y especialidades de frappes”, con galletas, licores y demás.
Lo cierto es que hay variantes para todos los paladares y las estaciones del año. “Nuestra especialidad es el café, no nos gusta la lágrima y somos fan del flat white”, afirmaron desde Edison, y señalaron al cortado en jarrito, latte, capuchino y café irlandés entre los más pedidos por los clientes.
De importación
Las clásicas medialunas y el tostado de jamón y queso no desaparecieron, ni lo van a hacer de momento, de las cafeterías locales, pero han cedido lugar a la pastelería y la cocina elaborada, con una notoria influencia del estilo europeo.
Al respecto, Daniela Verger, al frente de la cafetería María Juana junto a su hermana Silvina, destacó que todo lo que ofrecen para comer “es de elaboración propia”, y colocó a la pastelería entre sus principales puntos a favor. “Hacemos todo en el local”, señaló Marcos (Perrolobo), que personalmente cocina los panes de masa madre y hojaldres de pura manteca, y aseguró que es “todo artesanal, con productos de calidad y sin ningún aditivo ni conservantes”.
Es que las variedades de budines y tortas, de frutas o chocolate, y con semillas o frutos secos, así como los alfajores y postres, como el rogel, lemon pie y cheesecake, cautivan la atención de los tantos juninenses que, a diario, eligen las cafeterías de la ciudad para la pausa de su rutina o para el comienzo del día.
Sin embargo, las opciones saladas también tienen su lugar en la carta para acompañar al café de especialidad. Juan Pablo afirmó que en Edison los más elegidos son “los croissants y los tostados de pan de masa madre”, y Patricia destacó “las tostadas proteicas con huevo, palta y tomate”. A su vez, el desayuno también cuenta con favoritos, y desde María Juana señalaron que “por la mañana se suelen elegir las tostadas de campo con queso crema y dulce casero de frutos rojos”.
Otra experiencia
En suma, el café de especialidad, la pastelería, y la variada oferta no son el único aspecto saliente de esta corriente, sino que los comerciantes destacaron la importancia asignada a brindar una experiencia distintiva para los consumidores, que acuden a los establecimientos por cuestiones laborales, recreativas o sociales, y cuentan con elementos particulares que hacen a un momento diferente.
“Hacemos mucho hincapié en la calidad del producto, la limpieza y atención”, explicó el gerente de Edison, que aseguró que la propuesta del café de especialidad se refiere a una “diferencia de concepto”. En dicho sentido, detalló que los esfuerzos se dirigen a que los clientes “conozcan y valoren cada paso hacia un café rico”, lo cual considera una novedad en el campo.
Cabe señalar que, como marco a la experiencia de consumo, la ambientación juega también un rol importante en las cafeterías locales. Al respecto, Patricia destacó que la estética de Le Jardin d'Amelie “está inspirada en cafeterías europeas, sobre todo francesas”, por lo que la filiación con el Viejo Continente no es sólo gastronómica.
Rincones especiales, espacios diferenciados, obras de arte, música suave y la correcta iluminación; cada detalle cuenta, y, en líneas generales, se enfatiza en favorecer la comunicación interpersonal y crear un ambiente propicio para el trabajo o la distensión. Es que, tal como destacaron desde María Juana, el objetivo radica en “lograr que sea un lugar cálido y agradable”, y por ello reparan “tanto en la vajilla como en el mobiliario”.
“Es una experiencia diferente y así nos lo expresa la gente. Suelen quedarse horas disfrutando la lectura o la compañía”, señaló Patricia, que, en su establecimiento, incluyó una biblioteca con libros de libre acceso para los clientes.
En efecto, es ineludible que la lectura es parte de la experiencia ofrecida por las cafeterías de especialidad, y es una tendencia que gana terreno en los gastronómicos de la ciudad. Una de las propuestas más salientes fue la de De vez en cuando la vida, que también cuenta con un espacio de venta de libros, y su carta está conformada por las especialidades de Edison.
En dicho sentido, Juan Pablo destacó que se trata de “una experiencia única, formada por el barrio, las antigüedades, los libros, la pastelería artesanal y el café de especialidad”, y señaló que “el momento de consumo varía dependiendo la ubicación de la tienda y el momento del día”.
No es extraño que, al igual que en las grandes ciudades, en Junín muchos elijan las cafeterías para trabajar con su computadora o tener reuniones, y, en la misma línea, Silvana (María Juana), observó que ello es particularmente observable durante la mañana, porque “a la tarde el ambiente es mucho más distendido”.
Para todo público
La experiencia propuesta desde las cafeterías de especialidad no excluye a ninguna franja etaria y, por el contrario, ha adquirido popularidad entre personas de diferentes edades. Los comerciantes destacan que se trata de un ambiente familiar, y celebran la asistencia de jóvenes, sobre todo durante los fines de semana.
Generalmente, los sábados al mediodía, tras la jornada de trabajo, muchos juninenses disfrutan de la variada carta de brunch o almuerzo, y por la tarde el café con un acompañamiento dulce o salado también es un clásico.
Por su parte, desde Le Jardin d'Amelie señalaron que el frío invernal genera mayor afluencia por la tarde, y, a pesar de recibir clientes de todas las edades, notan una tendencia entre “mujeres entre 30 y 70 años”. En cuanto a María Juana, Daniela afirmó que “el negocio tiene un ambiente familiar, e incluso cuenta con un pequeño espacio para que los niños se entretengan”
Ello no significa que las cafeterías de especialidad necesariamente reemplazarán a las tradicionales, sino que se trata de dos propuestas diferentes, acorde al propósito del cliente. “Creemos que se trata de un consumidor diferente, que valora el producto, le interesa conocer lo que consume, y sobre todo le gusta disfrutar de un rico café”, señaló Juan Pablo (Edison).