Cómo usar las redes sociales sin que se vuelva una obsesión

Las redes sociales, aunque se han constituido en un canal mas para relacionarse con otras personas, su uso compulsivo podría provocar problemas de ansiedad y autoestima, según estudios y psicólogos, si no hay un buen manejo de las mismas. Aunque el uso obsesivo de redes sociales o internet no se ha clasificado como una adicción, como si pasa con las drogas, la manera en que operan y son presentadas atienden a las recompensas inmediatas que son altos estimulantes de los cerebros humanos.

El doctor Mitch Prinstein, director científico de la Asociación Americana de Psicología, asegura que las zonas cerebrales involucradas en las respuestas emocionales tras el uso de redes sociales son las mismas regiones involucradas en el uso de sustancias y su dependencia. Según Enrique Echeburúa, catedrático de la Universidad del País Vasco, la razón por la que muchas personas usan las redes sociales se debe a que buscan ser visibles, reafirmarse ante la sociedad o incluso controlar a otros, citando como ejemplo a las plataformas de mensajería que muestran notificaciones de quienes han escrito cada vez que se revisa la hora en la pantalla del celular.

Los psicólogos y especialistas en salud tienden a hablar de adicción al uso de redes sociales o a una conducta, cuando estas han absorbido mentalmente a la persona, impidiéndole controlar y continuar con sus vidas de manera funcional. Como se menciono anteriormente, las personas con conductas de adicción buscan la gratificación inmediata, la cual se puede encontrar en las redes sociales cada que se sube una nueva foto y se recibe una gran cantidad de “likes” en un corto lapso de tiempo.

Aunque las personas con tendencias a las adicciones son quienes mayores probabilidades tienen de desarrollar conductas compulsivas con las redes sociales, son los adolescentes y adultos jóvenes, la población en mayor riesgo, pues utilizan las redes sociales para comunicarse a interactuar en un 91 % de las veces, respecto a otras generaciones de personas que las usan como un medio de comunicación en menor medida.

Sin embargo, las redes sociales por si solas no van a convertir en adicta a una persona, normalmente se presentan condiciones mentales, emocionales o características propias de la personalidad con anterioridad que pueden volver propenso a un sujeto de obsesionarse con las diferentes plataformas sociales. Un estudio de la Royal Society of Public Health del año 2017, en el que fueron encuestados 1.479 usuarios de redes sociales, reveló que el mayor problema asociado con el uso excesivo de redes sociales es el trastorno de comparación, donde las personas ponen en duda su propio aspecto físico, capacidades y condiciones de vida al revisar la los posteos de sus contactos.

Incluso las personas no solo tienden a compararse con otros usuarios de redes sociales sino que también, pueden llegar a hacerlo con sus vidas mismas al revisar fotos y estados de fechas anteriores. No obstante, ese mismo estudio también evidencio que a través de las redes sociales se obtiene mayor soporte emocional de otras personas, al permitir un flujo de comunicación directa.

En conclusión, aunque ya existen estudios que revelan que las redes sociales podrían estimular el cerebro de la misma manera en que lo hacen las drogas como el tabaco, alcohol o sustancias ilícitas, es el entorno en que las personas crecen y se desarrollan el que determina la manera en que se le dará uso a las redes sociales.

COMENTARIOS