Hoy, 12 de Abril se celebra el día del decorador de interiores, aquel que se dedica a diseñar, decorar y crear distintos espacios que van desde una vidriera, una oficina, un establecimiento y hasta el hogar.
El objetivo de celebrar este día es atraer la atención del público hacia el Diseño/Arquitectura de Interiores, para promover el conocimiento y comprensión de la profesión y fomentar la cooperación entre los profesionales y mostrar su contribución a la mejora de los espacios y la sociedad.
En Argentina hoy es el Día del Vidrierista y Decorador. Es un reconocimiento a quienes trabajan y dedican su tiempo a decorar y diseñar el interior de los lugares en los que las personas pasan su tiempo. El festejo de esta jornada pretende resaltar la creatividad y responsabilidad de los que desempeñan este oficio.
Los decoradores y los vidrieristas se encargan de ponerle color y estilo a las cristaleras, casas, vitrinas, oficinas y muchos otros lugares. Se trata de un oficio para el que se requiere, no solo buen gusto, sino también compromiso, paciencia, dedicación y mucha imaginación.
El decorador planifica la distribución de espacios interiores junto a sus clientes presentándoles un proyecto acorde a sus necesidades, preferencias y presupuesto.
En primer lugar, determina junto a su cliente el tipo de arquitectura preferida para el local, sus funciones, destino y el tipo de mobiliario. El decorador aconsejará sobre estilos de colores, muebles, texturas, revestimientos, disposición de espacios.
Para este oficio, el decorador debe tener conocimientos técnicos y un buen sentido estético.
Elementos fundamentales para un decorador
El color es un elemento fundamental para el decorador, ya que los diferentes colores que existen y sus combinaciones pueden crear diferentes ambientes, sensaciones, etc.
La iluminación también es otro punto esencial para poder realizar la decoración de un lugar.
La decoración de un espacio se centra en la colocación de mobiliario, de alfombras, de pintado de paredes y de instalación de lámparas. Pero casi nunca interviene en la parte arquitectónica del espacio sobre el cual trabaja.
Se podría decir que la decoración es la última etapa de un proyecto, donde el decorador da los toques finales. Es decir, se encarga de embellecer un espacio ya existente.
Una adecuada decoración de interior es fundamental porque nos ayuda al bienestar, a sentirnos mejor dentro de nuestro propio espacio, haciendo posible habitarlo de una forma más confortable.
Contratar a un decorador de interiores profesional no es un gasto sino una inversión. Evita errores en proyectos que podrían resultar muy perjudiciales, generando gastos que llevan a sobrepasar del presupuesto planteado al inicio.
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