Desde que “Parásitos” conquistó los Oscar, quedó claro que el persistente crecimiento de la cultura coreana, de su música, su cine y sus series, en Occidente, no era casualidad. Algo que quedó confirmado con la fiebre provocada por “El juego del calamar”, la exitosa serie de Netflix que, lejos de ser un caso aislado, es parte de un fenómeno cultural: lo coreano está de moda, en lo musical, en lo audiovisual e incluso en lo estético. A este auge de la popularidad de la cultura y ocio procedentes de Corea del Sur, se le denomina ‘Hallyu’, palabra recientemente aceptada por el diccionario de Oxford, junto a otros 26 términos procedentes del coreano, como ‘Hallyu Wave’, ‘Korean Wave’ (es decir ‘ola coreana’). Y, en realidad, esto ha venido ocurriendo desde la década de 1990, a través del ‘soft power’(influencia política y cultural ‘blanda’) con el que atraían a los occidentales hacia la concepción del mundo a través de la óptica de este país asiático: es decir, la ola coreana es producto de décadas de política cultural que entendió que sus producciones audiovisuales y musicales eran una industria. Y que planificaron conquistar el mundo. Ahora, esa ola coreana ha cogido fuerza en forma de un arrollador tsunami cultural: llamado también por algunos ‘K-Boom’ (éxito explosivo de lo coreano), este auge ha crecido enormemente con el k-Pop, uno de los pocos géneros musicales que le disputan el podio al reguetón latino. Pero el ‘Hallyu’ se ha extendido al cine y a la televisión y, además, va acompañado por un creciente interés hacia la cosmética y moda surcoreanas.
ÉRASE UNA VEZ EN ‘KOREAWOOD’
La tendencia está clara hoy en lo audiovisual. Durante la ceremonia de los Oscar celebrada a principios del 2020, cuando el coronavirus parecía una amenaza mucho más remota y ligera de lo que resultó y que aún no ha terminado, Corea del Sur hizo historia. Y es que “Parásitos” (2019), del director y guionista surcoreano Bong Joon-ho, hizo historia al convertirse en la primera película de habla no inglesa en ganar, no solo el Oscar a la mejor cinta de dicha categoría, sino el premio principal: el Oscar a la Mejor Película. Aquello podría haber quedado en un hecho aislado pero, después de arrasar en el cine, Corea del Sur ha supuesto también un ‘boom’, un ‘k-boom’, en el formato de las series televisivas. Concretamente, en Netflix, cuando “El juego del calamar” se convirtió en la serie más vista de la historia en la plataforma de “streaming”. Sobre este fenómeno cultural, Lee Jung-jae, actor protagonista de la ficción escrita y dirigida por Hwang Dong-hyuk, declaró a Netflix: “espero que las series y películas coreanas lleguen a una audiencia más amplia a partir de ahora”. Y es que a raíz del éxito de “El juego del calamar”, el género de kdrama (series procedentes de Corea del Sur) está creciendo en popularidad, al igual que las películas de este país. De hecho, llegaron a figurar tres series coreanas a la vez entre las diez más vistas de la plataforma Netflix. Este ‘boom’ cultural se ha extendido también a otros aspectos, como el idiomático: de acuerdo con el periódico El Economista, el número de clases de coreano en la plataforma de aprendizaje de idiomas en línea Italki ha aumentado en 2021 en un 65% con respecto al año 2020.
MÚSICA Y ‘KBEAUTY’
Pero si en el terreno de las películas y las series Corea del Sur ha dado la sorpresa, en el ámbito musical ya nada sorprende: el k-Pop (música popular coreana) lleva años en auge. Esto sucede gracias a las bandas juveniles cuyos integrantes son ‘idols’ coreanos con fama internacional, es decir celebridades entrenadas para debutar en el mundo de la música en el seno de una empresa de entretenimiento. Un ejemplo de su gran éxito es que BTS, grupo referente del K-pop actual, fue la banda más premiada de los MTV European Music Awards 2021 (MTV EMAs), que se celebraron en noviembre de este año en el Papp László Budapest Sportaréna de Budapest (Hungría). El grupo surcoreano, que además fue el más escuchado en Spotify durante el año 2020, se hizo con cuatro premios: Mejor Grupo, Mejor grupo de Pop, Mejor grupo de k-pop y Mejores Fans. Otras agrupaciones populares son Blackpink, Exo, Twice, Blackswan, Twice, Bigbang, Superjunior, que forman parte de una larga lista. El éxito surcoreano es tal, que los “k-idols” se han convertido también en referentes estéticos. Ya en 2019, la empresa de inteligencia de consumo digital Brandwatch, con sede en Brighton, Inglaterra, estimó en un estudio que el k-pop repercutiría en la moda: “el k-pop está ganando aceptación entre las marcas de moda de lujo, urbana y deportiva”, comentaron. Ahora, este género musical comparte esa influencia con las inspiraciones nacidas de ‘Squid Game’, cuyas prendas han figurado entre las mas consultadas en buscadores de Internet, según Lyst y Cosmopolitan. Los monos rojos, las zapatillas blancas sin cordones, o las camisetas blancas con número, son algunos de los artículos que marcan tendencia. Además, la industria cosmética coreana ya llevaba en auge varios años, debido a la popularidad de sus productos con ‘packagings’ (embalajes) muchas veces adorables y fórmulas basadas en ingredientes funcionales. Ahora, la “k-beauty” o belleza coreana, crece todavía más ante todas estas influencias. La ola coreana es un tsunami imparable por lo que, en vez de intentar surfearla, quizá sea preferible zambullirse en esa gigantesca corriente y añadir un poco de “K” a nuestras vidas.
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