“Menos mal que lo intentamos,  porque por suerte aquí estamos”
ENTREVISTA EXCLUSIVA CON MANUEL MORETTI

“Menos mal que lo intentamos, porque por suerte aquí estamos”

Estelares celebró su 25° aniversario y el cantante y compositor oriundo de Junín repasó la historia de la banda y su presente a nivel personal y profesional, en una extensa charla que incluyó, por supuesto, su infancia en nuestra ciudad y su pasión por Sarmiento.

Hacedores de canciones sin fecha de vencimiento, Estelares es en la actualidad una banda icónica del pop-rock argentino, que acaba de celebrar sus 25 años de trayectoria con un impresionante concierto en el Templo del Rock, en el ya mítico estadio de Obras Sanitarias. Próximos a editar un nuevo álbum, el cantante y compositor del grupo, Manuel Moretti, mantuvo una extensa charla con Democracia, en la cual se refirió a momentos importantes de su carrera, pero también a su relación con Junín y la pasión que tiene por Sarmiento. 

-Estelares acaba de cumplir 25 años de trayectoria, ¿qué sentís al decirlo?

-Lo primero que se me viene es que ahora disfrutamos la banda. Está sonando buenísimo, el sonido en vivo de la banda es increíble, el sonido de los discos está muy bien. Da la sensación de que, después de tantos años de gira, de trabajo y de dedicarnos a esta profesión, la banda, cuando la ves en vivo, está sonando muy bien. Lo digo por una sensación nuestra y por la devolución del público. Si me preguntás, eso es lo más satisfactorio de estos 25 años de trabajo, que seguimos grabando discos y que la banda en vivo suena cada día un poquito mejor.

-¿Cómo los recibió Obras?

-Veníamos con un relativo entrenamiento. En septiembre y octubre hubo una especie de estampida de todos los músicos, porque a partir de la autorización, salimos a tocar. Hicimos Córdoba, Río Cuarto, Mendoza, La Plata, Rosario. Dentro de esa dinámica también estuvo el show en Obras, justo un 20 de noviembre, que se relaciona con la canción que escribí y está en el primer disco. Fue una celebración total, para nosotros, para la gente, por hacer nuestro primer Obras solos. Estuvo buenísimo y la banda sonó muy bien. Lo disfrutamos.

-Pasaron más de dos años de su última publicación, Las Lunas, y ya preparan su disco aniversario, ¿qué va a expresar? 

-Estamos haciendo un disco porque en pandemia yo escribí 29 canciones y, de esas, elegimos 10 u 11. Coincide con los 25 años de Estelares, pero, en realidad, es un disco que comenzamos a armar con las canciones que son, de alguna manera, la respuesta a la pandemia. La manera que tuve de resolver ante la pandemia fue trabajar acá en mi casa encerrado en el estudio, donde me ponía a componer. Estamos teniendo un vivo y una manera de tocar que está muy naturalizada y es muy rica. Está bueno, porque eso va a quedar registrado en el disco.

-Volvieron con el simple “Tiempos Dorados”, que ya suena en las plataformas, ¿cuáles son tus tiempos dorados? 

-Se relaciona con los 25 años de Estelares, con haber construido una vida como escritor e intérprete de canciones. Toda una vida que comenzó con apuestas compositivas en diferentes bandas, primero Licuados Corazones y después Peregrinos, ya con Víctor (Bertamoni). 

Estelares tiene esa fortuna de que, además de Víctor y yo, están Eduardo Minervino y Guille Harrington, que también son juninenses. Tiempos dorados es que, a pesar de los años, las dificultades e, incluso, la pandemia, la banda sigue en conexión. Nos juntamos a armar las canciones y la banda nos mantiene. Yo creo que el tiempo dorado sigue siendo Estelares, que nos lleva a todos de la oreja, de alguna manera, para seguir en este oficio.  

-¿Te gusta esta nueva modalidad de publicar el adelanto y luego el disco? ¿No extrañás el CD, el casete?

-Así es la ruta de ahora, se largan varios singles y luego los discos. Yo creo que probablemente eso pase con nosotros. Es posible que en febrero o marzo haya un segundo single, y luego en abril esté el disco. Son las dinámicas de ahora. Si me preguntás, lo que me da un poquito de pena es que el objeto disco está perdiendo entidad, la gente escucha de otra manera. Pero bueno, nosotros vamos a seguir, como podamos, defendiendo el disco, aunque la manera de comunicar ahora en la industria es con singles. Ya hay un adelanto, “Tiempos dorados”, es probable que haya un segundo y luego ya va a estar el disco.  

-¿Qué pensás de las plataformas de streaming, como Spotify? ¿Te gusta consumir música de esa manera?

-Para mí son manifestaciones o maneras de consumo de época. Me parece que está bien, no te voy a mentir. A veces voy en el auto y Spotify tiene la ventaja de que si quiero escuchar un disco de Stevie Wonder del setenta lo encuentro automáticamente, eso con el mundo del CD o lo vinilos es muy difícil. Yo creo que Spotify facilita el acceso a cualquier canción que se te ocurra en algún momento determinado, pero también esta inmediatez hace que el objeto disco pierda la entidad necesaria.  

-Si tuvieses que elegir solo un disco de Estelares, ¿cuál sería?

-Es difícil, los quiero a todos. Si me decís a mí, qué se yo, me quedo medio en el aire. Me gusta Ardimos, porque es de cuando yo me fui a vivir a Buenos Aires, que viví un par de años sin un mango, de favores de amigos, pero la vida decidió que era el momento en que las canciones tenían que ponernos en la ruta de vivir de la música.  

-La vida política y social del país, ¿está reflejada en tus canciones?

-Está. “Un viaje a Irlanda” es bien una canción de 2001; “Los lagartos mueren en familia” es una canción que hace referencia a la dictadura. Hay un montón de canciones, lo que pasa es que no las linkea cualquiera. Es como una especie de juego de codificación, pero está todo el tiempo metido eso. Hay una canción que se llama “Los 90”, otra que se llama “Internacional”, que habla de la burla financiera. Está metido ahí, en algunas canciones.

-¿De dónde provino ese apoyo inicial que toda banda necesita?

-El “Mono” Cohen (Rocambole) tuvo que ver, al igual que una compañera mía de la facultad, Carolina Farías. Nos invitaron a que toquemos en la presentación de Carolina en Buenos Aires, en un lugar que se llamaba Imaginario. Algo que iba a ser una edición local de nuestro primer disco, por esta instancia, terminó siendo un disco nacional. Ana Laura Mendy fue nuestra productora ejecutiva en ese disco, y era, precisamente, compañera mía de la facultad y alumna del Mono Cohen. Ahí tenés una primera fotografía. 

-Tenés en frente al Estelares del ‘94, ese grupo de amigos que preparaba un nuevo proyecto, ¿qué consejo les darías?

-Los primeros Estelares, la primera formación, fueron Oscar Torguet, Pali Silvera, Víctor y yo ¿Qué les diría? Que menos mal que lo intentamos, porque por suerte aquí estamos. En realidad, les diría gracias, y, de hecho, a Oscar le sigo diciendo gracias por haberme acompañado en Licuados Corazones y luego en Estelares. 

-¿Cuál creés que hubiera sido el presente de la banda si hubieran hecho su carrera en Junín?

-No lo sé. Es muy difícil saberlo. De hecho, para que varias de las cosas que ocurrieron con Estelares tuvieran lugar, me fui a Buenos Aires, ni siquiera a La Plata. Es un país unitario, todo ocurre en Buenos Aires.

-¿Cuánto se reconoce a Estelares en Junín? ¿Te gusta que se califique a la banda como juninense-platense?

-Es una disputa. Es una banda juninense-platense, con muchos músicos de Junín. Pero la vida de Estelares comenzó acá, en La Plata. En mi primera banda –Licuados Corazones- éramos todos juninenses: Oscar Torguet, Chino Bilos, Fernando Migliorini y Daniel Sibretti. Éramos cinco juninenses y esa fue la primera semilla para que todo termine funcionando. En Junín, todas las devoluciones que hay para con nosotros son muy amables, somos muy bien tratados.

-Emigraste a temprana edad de nuestra ciudad, te fuiste a terminar el colegio y empezaste tu carrera artística, ¿qué se llevaba esa mochila desde Junín y desde Agustina?

-Cuando nos fuimos de Junín, nos fuimos al final de la secundaria a estudiar, ese fue el plan. Ni siquiera imaginé que iba a terminar siendo compositor y escritor de canciones. Me gustaba la música, me gustaban las melodías al igual que ahora, pero no pensé que iba a terminar asumiendo un rol de semejante trabajo y semejante amor por el mundo de la canción. Eso fue apareciendo con la vida en La Plata y en Buenos Aires.

-Estás en Villa Elisa, e imagino que volvés a respirar la tranquilidad que muchas veces falta en los grandes conglomerados, ¿qué te cansó de la gran ciudad?

-Viví catorce años en La Plata, luego me fui a vivir doce años a Buenos Aires, y ahora vivo acá desde hace, por lo menos, diez años. La primera vez que vine acá, a City Bell, dije ‘este lugar es increíble, ojalá pueda vivir acá’. Después de muchos años terminó sucediendo lo que quería. Me gusta mucho, es una vida rural prácticamente, supongo que debo haber vuelto al pueblo de mis abuelas. Cuando era un niño que iba a Agustina, la vida cercana a los árboles y el campo. 

-¿No barajaste la posibilidad de volver a Junín cuando buscabas tranquilidad?

-No, no. Porque yo ahora vivo en un lugar a 40 minutos de Buenos Aires, por las exigencias (grabaciones, los estudios). Es un país unitario, todo pasa en Buenos Aires.

-Es conocido tu fanatismo por el cuadro verdolaga, pero ¿qué otros momentos son los que disfrutas en Junín?

-Mis amigos de la secundaria y lo relacionado con Sarmiento. Honestamente, he dejado de tener vida juninense. Voy con mi familia, llevamos o buscamos a Juana, estoy un rato, voy a un hotel y paso la noche. No voy con tiempo como para juntarme aunque sea una noche a tomar una cerveza o a cenar con los pibes.

-“Calle Anchorena a eso de las 10”, decís en uno de tus hits. ¿Qué calle de Junín recorrerías una y otra vez?

-Tengo un especial cariño al barrio donde viví. Calle Lebensohn, entre Posadas y Vázquez Diez, y la cercanía a la cancha de Sarmiento y de BAP. Gran parte del final de la primaria y parte de la secundaria la viví ahí, disfruté mucho de todo eso.

-Veinticinco años, diez álbumes y cientos de presentaciones, pero ¿qué es lo que vos disfrutas de Estelares?

-El respeto que nos tenemos. Si a esto no le ponés todo el tiempo, construcción y lucidez es muy difícil de sostener. Me parece que todos nosotros hacemos un gran esfuerzo para seguir aprendiendo y para que la banda siga siendo mejor que nosotros. La banda nos mejora a nosotros, y nosotros mejoramos gracias a la banda.

-¿Creés que la movida actual del “indie” es innovadora?

-Creo que el rock está con mucho movimiento. No tengo mucha idea del indie, pero siempre tiene cosas muy interesantes. También es muy amplia la palabra indie, ahora hay otra época de música más urbana -como el trap-. Pero yo siempre me copo con todo lo nuevo, y lo celebro.  

-Si existiera un mercado de pases en la música, ¿a qué artista te gustaría fichar para Estelares?

-Tastiello, Feli Colina, Ariel Minimal, a los chicos de Ella es tan cargosa, a Joaquín Levinton –que sigue haciendo canciones que me gustan-. Sobre todo, llamaría a Charly y le diría “¿venís y nos enseñás un poco de música?”.

-¿En qué lugar de Junín te gustaría hacer un recital? Por más insólito que sea…

-La última vez que fuimos y tocamos ahí en la cuesta, para el cumpleaños de Junín, fue increíble. Para colmo, después usaron esa canción para cuando ascendió Sarmiento, una gloria total, más no puedo pedir.

-Y para cerrar despuntando un poco el vicio, te llevo a tu pasión, Sarmiento de Junín. ¿Qué le pasa al Verde?

-Jajaja. Y nada, es difícil estar en Primera División, es un mundo muy competitivo y bastante bien está Sarmiento. Van cinco campeonatos en Primera, la verdad que está buenísimo, es una gloria. No es nada fácil, son muchísimas exigencias y presiones por todos lados. Yo lamento que ahora en Sarmiento no pueda seguir Funes, varios bregábamos para que se le diera la oportunidad de estar un tiempo más, para que pudiera trabajar y construir su equipo. Pero bueno, siempre deseando lo mejor para Sarmiento, con la mejor buena voluntad y esperando que las cosas, como siempre, sigan mejorando.

-Cerrá la nota como quieras Manuel.

-La verdad, un placer. Nací en Junín, nada más y nada menos. Muchísimas gracias por esta nota.

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