Las personas que consumían alcohol, tabaco y antidepresivos o ansiolíticos antes de la pandemia aumentaron esa práctica durante el aislamiento obligatorio dispuesto el año pasado y parte de este 2021 para mitigar la pandemia de coronavirus, de acuerdo a lo que alertan especialistas en el tema y los propios responsables de grupos como Alcohólicos Anónimos (AA), según los cuales en regiones como la nuestra se triplicó el número de personas que ingieren bebidas alcohólicas todos los días.
ABUSO Y DEPENDENCIA
De acuerdo a datos difundidos en los últimos días por la propia entidad de AA -como se sabe una comunidad internacional de ayuda contra la adicción al alcoholismo-, el cinco por ciento de la población argentina (poco menos de 3 millones de personas) transita entre los niveles de abuso y dependencia, y la franja etaria con mayor vulnerabilidad está entre los 25 y 35 años. Luego, le sigue la adolescencia y juventud (entre los 14 y 25 años). Además, de cada 22 víctimas en accidentes de tránsito que se registran a diario en la Argentina, 9 ingirieron alcohol y drogas.
Estos datos no son los únicos que revelan la problemática. Ya al comienzo de la pandemia la Defensoría del Pueblo bonaerense había encarado un estudio que daba cuenta del drama. “Si bien parece ser menor el porcentaje de personas que dicen haber experimentado con nuevas sustancias durante el período de aislamiento -destacó el Defensor del Pueblo Adjunto y coordinador del Observatorio, Walter Martello-, creemos que es un dato que no debe pasar desapercibido: representó el 5% de los encuestados, es decir, 23 sobre un total de 506 personas que entrevistamos y que formaron parte del estudio. Nos está dando la pauta de una problemática que empieza a aparecer de forma incipiente”.
Hay algo en lo que coinciden todos: la pandemia empeoró todo. Ya en mayo de 2020, un grupo de investigadores del Conicet lanzó un relevamiento para conocer cuánto se bebía antes y cuánto durante la cuarentena. Las conclusiones, al igual que los datos manejados por AA, fueron muy duras: se triplicó el número de personas que ingieren bebidas alcohólicas todos los días, y se redujo a la mitad el porcentaje de quienes las consumían exclusivamente los fines de semana. El relevamiento se hizo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba).
SITUACIONES COTIDIANAS
El informe revela básicamente que durante la cuarentena el alcohol se incorporó a nuevas situaciones cotidianas. Casi un 20 por ciento comenzó a tomar durante la cena y cerca de un 15 mientras lee, escucha música o mira televisión. Por otro lado, quienes consumieron alcohol en la cuarentena dieron cuenta del aumento en ciertas bebidas, especialmente el vino (el 40 por ciento de estas personas aumentó el volumen consumido) y la cerveza (en el 25 por ciento de los casos).
“Definimos a esto como una enfermedad de la que es difícil salir”, apuntan desde AA al referirse al consumo de alcohol en pandemia. “La gente empezó a consumir por el mismo motivo por el que lo hace cuando tiene un problema: busca una solución y ve al alcohol como una ayuda, un compañero para evadirse. Se trata siempre de tapar las sensaciones de angustia, como la que generó la pandemia y la consiguiente cuarentena, con su impacto emocional y económico”.
Desde esta entidad, además, se apuntó que “de la misma manera que muchas personas decidieron hacer otro tipo de actividades, como por ejemplo dedicarse a la repostería hogareña o hacer masa madre, varias otras se pusieron a tomar más”.
Según informes estadísticos, entre las razones que llevan a beber más alcohol prevalecen las que suponen una desorganización del tiempo (42,2 por ciento porque tienen más tiempo libre y 29,4 por ciento por la falta de una rutina estable) y la afectación emocional provocada por la cuarentena (33,6 por ciento). Y quienes afirmaron estar consumiendo menos alcohol durante la cuarentena, señalaron mayoritariamente la falta de salidas o eventos sociales (70 por ciento).
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), las tendencias apuntan a un aumento en el consumo global per cápita para los próximos años. Esa suba previsible podría impedir que se alcance el objetivo establecido por los gobiernos de conseguir una reducción relativa del 10 por ciento en el consumo de alcohol a nivel mundial entre 2010 y 2025.
MUERTES
De acuerdo a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), de hecho, el consumo de alcohol provocó más de 300 mil muertes en la región, es decir aproximadamente una cada 100 segundos. Por su parte, se estima que en la Argentina más de 8 mil personas mueren cada año por enfermedades vinculadas al consumo problemático de alcohol.
Desde el Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría, donde como se dijo se realizó un relevamiento de esta problemática al comenzar la pandemia, expuso que “el 21% de los encuestados que consumen sustancias desde antes de la cuarentena reconoció haber aumentado esta práctica en las últimas semanas. Los indicadores más elevados se dan entre quienes beben alcohol (36,5%) y fuman tabaco (40%), y le siguen quienes consumen antidepresivos o ansiolíticos (10,1%)”.
En este contexto, una de las aristas que más inquieta de esta problemática es la que está ligada al consumo de alcohol entre los jóvenes. Además del aislamiento que muchos debieron soportar durante tantos meses, la llegada cercana de las vacaciones enciende la alarma de varios especialistas, según los cuales es precisamente en esta época del año cuando la ingesta de alcohol en este grupo etario comienza a crecer.
Desde la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), de hecho, varios de sus profesionales vienen advirtiendo sobre los riesgos de la ingesta excesiva de alcohol en los menores de edad.
“EXPERIMENTACIÓN”
“La adolescencia es una etapa de experimentación, de sensación de omnipotencia, de búsqueda del riesgo y de cuestionamiento de las normas. En ese contexto, el alcohol es la droga de más fácil acceso para niños y adolescentes, mientras que la percepción de riesgo asociado al consumo de alcohol es la más baja entre todas las sustancias adictivas”, dice Graciela Morales, médica pediatra especialista en adolescencia.
Desde la SAP explican que el alcohol es la sustancia psicoactiva más utilizada en todas las edades, y citan un estudio del Observatorio de Drogas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) de 2017, que señaló que 60,5% de los chicos y chicas de entre 12 y 17 años lo consumió, y de ese grupo 47% lo había hecho en forma excesiva y en más de una oportunidad.
“Los efectos sobre cada individuo dependen de diversos factores como la cantidad total bebida, en cuánto tiempo se ingiere, el peso corporal, el género, la edad, el humor o el estado de ánimo, el ambiente en el que se consume y la administración de medicamentos o de otras drogas”, apunta Morales.
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