Todo comenzó en San Nicolás, localidad ubicada a 240 kilómetros de la Capital Federal, el 25 de septiembre de 1983. Ese día, Gladys Motta vivió una experiencia mística con la Virgen María del Rosario que cambió para siempre el rumbo de su vida y el de la comunidad religiosa en nuestro país.
Aquel día, Motta comenzó a rezar en uno de los cuartos de su casa. Y en ese momento, según su testimonio, apareció la Virgen del Rosario.
La imagen le hizo un gesto para que acerque y le dijo: Ccerca tuyo quiero estar, el agua es una bendición. Soy la patrona de este lugar y me harán un santuario. Cumplid mi palabra".
La casa de Gladys Motta, ubicada en Figari 122, está muy cerca de la costa de San Nicolás. De ahí la referencia al agua por parte de la Virgen.
Por otro lado, la historia de Motta tiene varias particularidades y hechos destacados. Es madre de dos hijas, y en el momento de la aparición sólo había terminado cuarto grado de la escuela primaria. Y tampoco tenía una sólida formación teológica o religiosa.
Lo suyo era la fe en Dios y en la Virgen.
Como en otras apariciones, por ejemplo la de la Virgen en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina, o la de Lourdes, en Francia, no fue necesario ningún conocimiento para que la imagen elija a sus interlocutores. Más bien todo lo contrario: cuanto más lejos estén de cualquier tipo de saber y formación intelectual sofisticada, mejor.
Gladys Motta y los mensajes de la virgen de San Nicolás
Desde 1983 Motta recibió miles de mensajes ininterrumpidos que fueron estudiados por teólogos de varios países. Todos llegaron a la conclusión que cada mensaje se ajustó a lo que se denomina ortodoxia doctrinaria y que era imposible que los haya escrito alguien que, como Gladys, sólo fue escolarizada hasta cuarto grado.
Además, existió otra situación que convocó mucha atención. Motta comunicó que tuvo una visión de un templo y brindó varias precisiones arquitectónicas que, según ella, habrían sido señaladas por la Virgen.
Luego la interlocutora elegida por la Virgen tuvo estigmas, heridas sangrantes que evocan la crucifixión de Jesús, en las muñecas y en varias partes de su cuerpo. Fue estudiada por psicólogos para descartar cualquier somatización, y los especialistas llegaron a la conclusión que no tenía ninguna patología psiquiátrica.
El "campito" y la construcción del templo
El predio conocido como "el campito" fue donado por el municipio de San Nicolás en 1985. Y en ese espacio se realizaron multitudinarias peregrinaciones marianas.
El 13 de octubre de 1987 comenzó la primera etapa de la construcción del santuario donde se entronizó la imagen de María del Rosario. En 1990 comenzó la segunda etapa y siguieron varias más.
Finalmente, en 2014, se terminó la construcción del templo que cobija a la virgen del Rosario de San Nicolás. Y a pocos metros de allí sigue la casa donde vive Gladys Motta quien, cada 25 de septiembre, recibe miles de mensajes de los fieles.
Cada uno de ellos espera que a través suyo le lleguen de manera más directa sus pedidos a la Virgen de San Nicolás.
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