Rodolfo Medina se destacó como dibujante y muralista
El artista nació en Bragado en 1933 y falleció en 2017. Cursó y completó sus estudios en las Escuelas Nacional de Bellas Artes "Prilidiano Pueyrredón" y "Manuel Belgrano", obteniendo el título de profesor de dibujo.
El artista Rodolfo Medina reflejó en cada una de sus obras, representaciones visuales que tienen una carga de emociones y sentimientos que anidaban en su interior. Las imágenes parecen procedentes de un mundo profundo donde todo es posible, tal como el encuentro del presente, pasado y futuro.
Medina logra, a través de la técnica de la pluma (tinta color) y el particular refinamiento de sus trazos, construir espacios pictóricos signados por el orden de lo mágico y la fantasía. Es así que sus obras son escenarios donde los más variados objetos cobran vida, convirtiéndose en personajes que interactúan con delgadas figuras humanas, en una atmósfera etérea, plena de liviandad y suave armonía.
Haciendo uso de líneas intangibles cargadas de sutileza, el artista otorga a sus dibujos un clima intimista y sensible. Haciendo uso de las tramas, como un entretejido de líneas onduladas, crea texturas espaciales que envuelven y contienen un mundo de ensueños radiantes de lirismo. Estos espacios poseen una clara referencia al movimiento surrealista, el cual fue representado durante largo tiempo por el reconocido artista Salvador Dalí.
Se hace visible en los dibujos de Medina, la convivencia de fantasía y realidad. Todo lo pautado en sus obras parecen conjugarse entre el juego y la imaginación, en un mundo onírico donde todo es posible.
En la Estación de subterráneos “San Martín” pueden verse 6 murales de su autoría. Que en 1977 fueron cubiertos con varias capas de pintura marrón, debido a su alusión a la rebelión, los cuales hasta el momento han sido restaurados parcialmente. Así mismo podemos encontrar parte de su producción en la Estación “Once” y en los Museos de Bragado, Chivilcoy, Punta del Este, Bariloche y Pinamar.
En el año 1996 Medina, es invitado a participar de un concurso de bocetos para la realización de un mural en el Centro Mundial de Comercio de Nueva York, dicho boceto fue seleccionado y adquirido por la institución.
Medina expuso tres veces en el MUMA, siendo su última visita en el año 2002. En cada ocasión, enriqueció el patrimonio de nuestro Museo, donando un total de siete obras. Una de ellas es la que presentamos hoy; "La tela de Ñez". Dibujo que presenta una clave tonal media, tonos tierras con algunos acentos en amarillo y una marcada luz ubicada en el centro físico de la obra. La composición realizada en un encuadre rectangular con orientación vertical, genera una ilusión de profundidad al incorporar la línea de horizonte, elementos que se elevan en el plano bidimensional y la disminución de tamaño. Es posible reconocer tres figuras humanas en un espacio desértico, la más cercana a nosotros, que aparece recortada y ubicada sobre la línea de tierra que coincide con el límite inferior de la obra; extiende sus manos para alzar vuelo como las otras dos figuras blanquecinas. Pertenecientes como a un espacio onírico, los elementos se ordenan en un registro sin tiempo y fuera de nuestro mundo terrenal.