Deudores hipotecarios se instalaron este lunes en la Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, para pedir una audiencia con el presiente Alberto Fernández debido al temor de no poder seguir pagando sus cuotas emitidas en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) y perder así las viviendas que adquirieron durante el macrismo.
La organización de deudores conocida como "Hipotecados UVA" comenzó cerca de las 11:00 una permanencia pacífica en la Plaza de Mayo, con la idea de visibilizar su problemática y pedir "una solución definitiva", para la cual exigen la intermediación del jefe de Estado.
Gabriela Spatari, integrante de Hipotecados UVA, señaló a la agencia NA que "es muy angustiante que el poder político le dé la espalda a la gente. Hace unos días recibimos la noticia desde el ministerio diciendo que no había una solución de fondo. Nos mandaron a cada afectado a negociar con el banco. Esto sumó una preocupación enorme". Spatari señaló que los deudores llegaron hasta la Plaza de Mayo con un petitorio en las manos con la idea de entregárselo directamente al Presiente, pero estimaron que "en el mejor de los casos seguro será recibido por algún funcionario" y afirmaron: "Lamentamos también que nadie se digne a presentarse acá en la Plaza".
También comentó que existe la imposibilidad de hacer una marcha masiva para reclamar porque los deudores tienen que seguir trabajando: "Muchos no pueden venir acá hoy porque o les descuentan el día o son comerciantes y para asistir tienen que cerrar. Encima que tenemos deudas impagables, no puede agravarse la situación económica de cada familia". Los deudores quieren hablar con el Presidente y abrir una negociación con el Gobierno antes de que se oficialice la propuesta del Poder Ejecutivo de promover un "esquema de convergencia" para las cuotas que se descongelen vayan incrementándose escalonadamente entre el 1° de febrero de 2021 y el 31 de julio de 2022.
"Vivienda Sí, Negocios No", decía una pancarta gigante que los deudores llevaron a Plaza de Mayo, donde se instalaron a pocos metros de las rejas perimetrales de la Casa Rosada con el objetivo de ser vistos desde los despachos oficiales. Del reclamo participaban distintas agrupaciones de deudores que se fueron formando entre 2018 y 2019 ante el aumento de las cuotas y del capital adeudado de acuerdo a la inflación, que en esos años fue récord en tres décadas con 47,6% y 53,8%, respectivamente.
Hasta el lugar del reclamo llegaron integrantes de las organizaciones Hipotecados UVA, Barrio Olímpico, Automotores UVA y Personales UVA, todos con deudas que corren al ritmo de la inflación, un problema que ahora nuevamente se está agravando. El 31 de enero vence el congelamiento que el Gobierno nacional dispuso el año pasado en el marco de la Emergencia económica y habitacional, y los bancos comenzarán a cobrar las cuotas con incrementos. El sábado pasado el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, afirmó que las cuotas de los créditos basados en UVAs "no superarán el 35 por ciento del ingreso del grupo familiar".
"Ningún crédito va a superar el 35 por ciento del ingreso del grupo familiar", dijo Ferraresi en declaraciones radiales al anunciar el principio del congelamiento desde el 1 de febrero próximo. El salto que registrarán las cuotas de los créditos será del 6% en febrero para los que adquirieron menos de 120.000 UVA y habrá un incremento del 9% para los que sacaron créditos superiores a ese monto. Para los Hipotecados UVA, el plan que les anunció Ferraresi "no fue una negociación" sino una decisión unilateral tomada por el ministro, por lo que en la Plaza de Mayo denunciaron este lunes que el plan es "inviable", dado que "con una inflación del 3% mensual más la convergencia las cuotas en julio 2022 se habrán incrementado entre 160%/170%".
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