te junin
Una pausa necesaria en un mundo cada vez más vertiginoso
INFUSIÓN QUE ES TENDENCIA

El té en hebras, elixir milenario que continúa transformando culturas

Cada vez son más los que incursionan en este pequeño gran mundo, animándose a salir de lo conocido y experiementar nuevos sabores y blends. Seresi y Tea Lovers, dos propuestas en Junín para los amantes del té.

Los capítulos que conforman la historia del té son inagotables y trascienden su propio origen en Oriente para trasladarse y transformar a cada una de las culturas que lo adoptaron.
Proveniente de la Camelia Sinensis, una planta originaria de China, el té trazó una extensa ruta que lo llevó a Europa y América casi como un exponente del bienestar corporal y mental conferido por la cafeína y los taninos que lo componen y las atribuciones medicinales que por siglos se le asociaron.
Inherente a su historia y desarrollo, con el té nace también un ritual que adopta en cada país o región su propio sello.
China, Japón, India, Sri Lanka, Inglaterra y muchos países más se rindieron a su encanto. 
Blanco, negro, verde, oolong, pu-erh y todas sus variantes según las regiones de cultivo se brindan también a los más deliciosos blends, casi como una forma de amenizar su sabor a los distintos paladares.  


No en vano es el té la segunda bebida más consumida en el mundo después del agua. Y tampoco es extraño pensar que son cada vez más los que incursionan en este pequeño gran mundo de las hebras, en su estado más puro, animándose a salir del sabor habitual masificado, al que estamos acostumbrados.
Además de encontrarse cada vez con más frecuencia en tiendas naturales, el té en hebras es la razón de ser de Seresi, una empresa que con doce años de vida nació y creció en la ciudad y desde aquí llega al país con sus destacados productos que buscan acercar esta bebida a todos. También la nueva Tea Lovers, que busca lograr su espacio, comercializando la reconocida marca de la experta Inés Bertón.
A ellos se suman propuestas como Punto y Mate (infusiones orgánicas) y “Bouteaque”, un emprendimiento de blends de té en hebras.   
Una apuesta fuerte que crece y seduce no solo a los amantes del té, sino a los inquietos que se animan a conocer y probar nuevos sabores.  

Llegar a la gente
Más allá de su pasión por el té, cuando creó Seresi, junto con sus hermanos, Susana Teruzzi pensó también en una forma de desmitificarlo y lograr que llegue a la mayor cantidad de gente posible.
“Empezamos con algo muy familiar”, cuenta Susana, a quien su hermana le enviaba algunos blends de España y a raíz de ello pensó en hacerlos ella misma. También contó con la ayuda de su hermano, pero ahora trabaja a pleno junto con su socia Sofía Linguido y su esposo y sus hijos.
Según cuenta, el propósito es que el té llegue a la gente: “Creo que cayó un poco eso de ser una bebida selecta, aunque sí tiene cierta mística”.


“A mí me gustó la idea de llevarlo más al llano, que no sea algo privativo y que pueda llegar a la gente”, indicó.
Si bien “hay gente muy especializada en té y pide hebras importadas, nosotros hacemos té nacional. Usamos corte para blend con té negro, verde y rojo de Misiones”. 
Si bien Seresi comenzó con entre seis y siete blends, hoy cuenta con veinte variedades.
Además, incluyó desde hace dos años blends de yerba mate, entre los que se destacan el de cacao y avellana, uno de los más elegidos. 
Seresi llega a toda la Argentina a través de su tienda online y continúa expandiéndose al norte del país.
Además, según contó Susana, se encuentran armando un espacio propio en la ciudad: “Será un lugar de encuentro, en el mismo lugar donde está la fábrica, con algunas mesas, para degustación y más. Esperamos lograrlo hacia fin de año”.

Tierra y espíritu
Para muchos, el té es un viaje que enriquece desde lo más profundo de la tierra hacia lo más alto del espíritu y se convierte casi en una búsqueda personal.
Es que el mundo del té es casi infinito y con este la capacidad de conocer y aprender.  
Luciano Baigorria junto con su esposa, Julieta Minervino, se adentraron en el mundo del té en mayo de este año, buscando algo que les diera satisfacción, más allá de su vida laboral.
“Me contacté con Inés Bertón de Tealosophy y me puso en contacto con su agente comercial. Le gustó Junín por el potencial”, cuenta.
Asegura que tanto él como su esposa descubrieron la cultura del té: “No sospechábamos de qué se trataba este mundo. Nos explotó en las manos. No sabíamos que la gente consume tanto té, no lo sabíamos”.
Hoy cuentan con una carta de diez sabores de blends, mientras proyectan crecer y formarse en el tema.
“De a poco vas descubriendo cosas que no te imaginabas. Los beneficios físicos, espirituales. No solo son ricos”, cuenta Luciano. 
El proyecto de Tea Lovers apunta a crear un espacio, una tienda de té y anexar complementos incluso de cerámica.
“Queremos ampliarnos y lograr un lugar ecléctico donde puedas ir y ver arte, mantelería, cerámica, en el mundo del té”.

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