Luthería

En los últimos años, en la Argentina se ha vivido un fervor relacionado a la luthería. Muchos son los que han optado por tomar cursos y clases particulares.
En el caso de Junín, además de la construcción y de reparación de instrumentos sonoros clásicos, en “Guarinos & Sinde Luthería” ya han realizado la construcción y réplicas de guitarras antiguas del siglo XVII en adelante.
Guarinos y Hugo Sinde (ingeniero) se dedican a materializar la historia de la música, ya que las creaciones originales se encuentran en museos o colecciones privadas.
“Esto de los instrumentos empezó por una cuestión musical, ya que cuando uno empieza a estudiar guitarra comienza a investigar un poco la historia y los antecedentes, por lo que te vas encontrando con una movida que generalmente se desconoce, siempre en los ámbitos académicos”, explicó el joven luthier.
“Siempre había tenido la inquietud de ingresar en el mundo de la luthería, ya que esos instrumentos antiguos son muy caros para comprarlos, por lo que una salida más viable era la de aprender a construirlos”, aseguró.
“Hice un curso en Buenos Aires con un luthier argentino que vive en Holanda, Sebastián Nuñez. Luego pasó un tiempo hasta que un día con mi suegro Hugo Sinde, que es ingeniero, decidimos hacer una guitarra clásica y a partir de ahí arrancamos”, comentó.
“Después continuamos construyendo juntos y yo me volqué más a la cuestión de los instrumentos antiguos. En un principio me las quedaba, pero después no pude acumular tanto y comencé a comercializarlas a pedido”, expresó.
“Las madreas se compran en casas distribuidoras específicas. Las tapas, en su mayoría son de pino abeto alemán, de zonas frías donde el árbol crece muy lentamente por lo que las vetas de la madera son más compactas”, indicó.

Los antiguos
Entre los instrumentos históricos que ya han fabricado, se encuentra una réplica de una guitarra Stradivarius de 1668, una terzina de 1833 y una renacentista de 1770 rescatada de un naufragio hundido en las costas de La Habana, cuyos planos se encuentran en la Universidad de Madrid.
“La guitarra más antigua que hice es una réplica de una Stradivarius de 1668 que generalmente se la asocia con el violín por su altísima calidad, pero este constructor también hizo muchas guitarras de las cuales hoy algunas están en museos o en colecciones privadas. La réplica que yo hago es la que está en el museo de Oxford”, agregó Guarinos.
“También, terminé con una guitarra terzina porque la afinación suena una tercera más arriba que una normal, ya que está afinada en sol. Es de tamaño chico que antiguamente se usaba para tocar a dúo con una clásica, ya que como suena más aguda, se usaba para la parte del canto”, indicó.
“Es del año 1833 y tiene una ornamentación muy compleja. Fue un desafío porque además de replicar el instrumento, también hay que construir las ornamentaciones. Es de un diseñador italiano (Genaro), de una familia de Nápoles muy famosa en la construcción de guitarra”, informó.
“Trabajando exclusivamente, las construcciones me llevan entre 2 y 3 meses. Yo no tomo muchos pedidos juntos porque especialmente me dedico a otra cosa, ya que doy clases y en los ratos libres construyo”, subrayó.