El burnout o síndrome del “quemado” es uno de los males de la época. Esta condición atraviesa todas las edades de trabajadores pero, al parecer, no impacta en todos por igual.
La Universidad Siglo 21, mediante su Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales, presentó una nueva investigación que analiza este problema en diferentes generaciones de argentinos.
La muestra arrojó que el gran agotamiento impacta más en la felicidad de los millennials (nacidos entre 1980 y 1999). Se estima que, en los trabajadores con burnout, tan solo el 15,2 por ciento es feliz en su trabajo, seguido con el 26,1 por ciento por los integrantes de la Generación X (nacidos entre 1965 y 1979) y con el 41 por ciento cierran los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964).
Las principales características del burnout son pérdida de energía y motivación, sensación de desvalorización de sus tareas (cinismo), sensación de conflictividad interpersonal y percepción de que no se tienen las competencias que su puesto requiere para hacer frente al estrés laboral o ineficacia percibida.
A su vez, tiene consecuencias en los niveles de productividad, creatividad, accidentología y presentismo. El año pasado la Organización Mundial de la Salud la incluyó en la clasificación internacional de enfermedades.
Según las conclusiones del informe, los Millennials con alto burnout están menos satisfechos con el reconocimiento que reciben por su esfuerzo y la valoración de sus superiores por sus contribuciones individuales a la organización. Sólo el 18,6 por ciento de esta generación se encuentra conforme y únicamente el 24,3 por ciento se manifiesta de acuerdo con el reconocimiento por sus logros. Tres de cada diez millennials con niveles superiores de este síndrome se encuentra desafiado por la tarea (32,9 por ciento).
Además, solo el 34,2% por ciento siente que puede hacer uso de sus habilidades. Solo el 16 por ciento de jóvenes con Burnout se siente valorado por la organización y el 5 por ciento se siente satisfecho por el dinero que percibe por su trabajo. Únicamente el 33,3 por ciento de Millennials con Burnout alto se siente orgulloso de pertenecer a la empresa en la que trabaja, frente al 43,2 por ciento de los de la generación X y el 54,7 por ciento de los baby boomers.
No todas las cifras son negativas: los llamados millennials “burned-outs” están más satisfechos con la colaboración en los equipos laborales que otras generaciones.
“Con estos resultados queda un amplio espectro de indicadores para trabajar, sobre todo en las adaptabilidades de las nuevas formas de trabajo, los sentimientos de las nuevas generaciones, las necesidades que manifiestan y las competencias a desarrollar para gestionarlas dentro de los espacios de trabajo”, destacan.
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