A pesar de contar con la mayor protección legislativa, Argentina es el país donde la distribución del yaguareté ha experimentado la “retracción más extrema” en los últimos 200 años y quedó recluido ayer a una superficie equivalente al 5% de su hábitat original, donde sobreviven sólo 250 ejemplares de la especie, cuyo día internacional se celebra hoy, según organizaciones ambientalistas.
Y la situación es particularmente dramática en el “Gran Chaco Argentino” -ecorregión conformada por zonas de las provincias de Chaco, Salta, Formosa y Santiago del Estero- donde “quedan menos de 20” ejemplares, advirtió Greenpeace.
El resto se reparte -según esta organización- entre la Selva de Yungas y la misionera.
“Hoy ocupan menos del 50% de su distribución original (a nivel mundial), y en Argentina este proceso de retracción fue el más extremo, donde en los últimos dos siglos quedó recluido a un 5% de la superficie original”, sostuvo la organización en el primer amparo colectivo interpuesto ante la Corte Suprema de la Nación en representación de una especie animal -el yaguareté- en julio.
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