COACHING

Desahogar penas

Medicina para el alma.

Nuestra reacción cuando vemos a una persona llorar por lo general es “los hombres no lloran”, “no seas llorona”, “llorar es de nenas”,  “no te pongas así”, “no llores”, “dejá de llorar”, “no vale la pena llorar por eso”. Queriendo dar una palabra de aliento, en realidad estamos reprimiendo el sentir del otro y frustrándolo al no ser comprendido.

A pesar de la función del llanto, aún permanece la creencia en nuestra sociedad, que el llanto es algo negativo o que habría que erradicar. Muchas personas se perciben a sí mismas vulnerables, débiles, indefensas cuando lloran, teniendo un efecto negativo para su propia imagen que puede empeorar si, además, no obtienen el consuelo que esperan o necesitan.

Entonces, ¿qué sucede cuándo nuestra respuesta emocional natural ante alguna situación es el llanto? Nada, simplemente lloremos, llorar se convierte para nosotros en una forma de desahogo, de pedir ayuda y también de mostrar empatía con alguien, ya sea por su sufrimiento o felicidad. Al llorar liberamos estrés, dolor y angustia pudiendo restaurar el estado de equilibrio de nuestro cuerpo, por eso luego del llanto experimentamos una sensación de relajación y tranquilidad.

Asumamos que su presencia es necesaria, no nos sintamos comprometidos a tener que hacer desaparecer el origen del llanto, no intentemos argumentar las razones para no llorar, simplemente acompañemos a esta reacción natural y normalicemos su función y efecto. Tengamos en cuenta que detrás del llanto hay una emoción (por ejemplo tristeza), y poder aceptarla y detectarla nos brindará información de para qué está allí, algo nos viene a decir. Aprendamos a escuchar nuestro sentir para saber por dónde seguir. 

El llanto es necesario para el ser humano, reprimirlo nos hace mal y con esto no avalo el rol de víctima sino que hay que expresar las emociones y poder auto gestionarnos, a través de la inteligencia emocional, aceptando que podemos llevar una vida con actitud positiva y entender que podemos modificar nuestros estados de ánimo para nuestro bienestar y desarrollo de nuestra resiliencia. <


(*) Coach educativo, Neurosicoeducadora, coach de mujeres

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@danielatrechcoach .