¿Confundimos amor con apego? Estos patrones se repiten en las relaciones de pareja, de amistad, de familia y tienen que ver con experiencias de nuestra niñez, creencias que hemos formado sobre nosotros mismos o del entorno, donde vamos viendo cómo conseguir el amor del otro.
¿Quién te va a querer como yo? ¿Quién te va a dar todo lo que yo te doy? ¿Les suena? Sufrimos por miedo a perder al otro y nos vemos haciendo cosas que no queremos, a cambio de no ser abandonados o quedar en soledad. Estamos buscando reconocimiento todo el tiempo en el otro porque pretendemos ser imprescindibles para esa persona, ser el “amor de su vida”.
Así nos instalamos en la dependencia emocional donde el otro nos hace feliz, nos cuida, nos protege y, a su vez, por su culpa nos hace mal, no nos escucha y tiene que cambiar. Empiezan a aparecer conflictos en la relación porque lo que esperamos del otro, nuestras expectativas, no se cumplen apareciendo los reproches y reclamos “si me quisieras no me harías esto” provocándonos angustias, ansiedad, impotencia, creando un círculo vicioso de malestar, y vínculos faltos de reciprocidad.
Lo que en realidad hay detrás de todo esto, son nuestras carencias afectivas, nuestra niña herida, proyectando en el otro nuestra falta de autoestima. Las relaciones desde el apego generan desgaste de energía, falta de concentración en nuestras tareas diarias, altos grados de ansiedad, pensamientos controladores y posesivos hipotecando nuestro bienestar.
Para lograr libertad emocional hay que dejar de culpar al otro y agradecer que la vida nos pone espejos para enfocar la mirada en nosotros y auto indagar en aquello que tanto le pido o me molesta, en prestar atención que tipo de conflicto se repite y ver qué me está pasando y qué estoy sintiendo en esa situación. Para poder entenderme, es condición, salir del papel de víctima. Te propongo que te preguntes ¿qué me pasa a mí que reacciono de cierta manera? ¿De qué me quejo? (sin señalar al otro) y yo te pregunto, ¿quién te obliga a vivir una vida que no querés? Si hay alguien a quien salvar, es a vos misma.
(*) Coach educativo, Neurosicoeducadora, coach de mujeres
Instagram: @danielatrechcoach .
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