Aquello que en generaciones previas era visto como una virtud, permanecer en un mismo trabajo casi toda la vida laboral, actualmente se percibe de un modo diferente gracias a las transformaciones en el mundo del trabajo. Salir de la zona del confort y equilibrio vida-trabajo parece ser lo que los centennials buscan. Así, al menos, lo aseguran distintos estudios sobre la también llamada Generación Z (nacidos entre 1994 y 2010), los cuales aseguran que, a diferencia de las generaciones anteriores, duran en sus trabajos un promedio de apenas ocho meses.
Para las generaciones previas, como los Baby Boomers y la Generación X era muy común permanecer en un mismo trabajo varios años. De hecho, en la generación de los llamados Baby Boomers, o sus padres, lo normal era pasar por 1 o 2 empresas diferentes y luego retirarse o dedicarse a un emprendimiento propio. Pero los centennials patearon el tablero: ahora la rotación laboral no está mal vista sino que, además, se considera un valor y se reconoce como la capacidad de adaptarse fácil y rápidamente en un contexto cambiante.
Con el paso de los años, el promedio de años en cada empleo ha caído considerablemente, según una encuesta elaborada por la consultora Deloitte. Si bien no todos los casos son iguales, y hay desde ya individuos que han optado por caminos diferentes, es común considerar los siguientes años de permanencia en un empleo, según las diferentes generaciones: los Baby Boomers duran entre 20 y 30 años promedio en cada trabajo; la Generación X, de 8 a 10 años de promedio en cada empleo; los Millennials, un promedio de 5 años; y los Centennials, por último, un promedio de duración en sus trabajos que oscila entre los 6 y los 8 meses.
Otros trabajos realizados sobre esta generación sostienen la diferente percepción del tiempo que tienen los Centennials con respecto a otros grupos generacionales. Según una investigación reciente de Ipsos, de hecho, los Centennials pasan no menos de cuatro horas diarias conectados a al menos dos pantallas a la vez: habitualmente, la combinación es entre el teléfono y alguna consola de videojuegos o tablet. En ese contexto, y como el estudio estuvo orientado a empresas que tienen que pensar sus contenidos publicitarios, desde la consultora explicaron que, ante los pocos segundos de atención disponibles que suelen ofrecer las personas de esta generación, conviene dar mensajes en los que la marca no aparezca solamente al final, y que sean cortos y directos.
“Para las generaciones anteriores, el tiempo era más lineal y secuencial: empezabas un libro y lo terminabas, y ahí empezabas el próximo. El tiempo de los adolescentes de ahora implica una percepción simultánea de varios estímulos”, apunta Roxana Morduchowicz, especialista en cultura juvenil, y precisa: “Esta generación de adolescentes y jóvenes vive un escenario de futuro incierto, en el que no saben si estudiar implicará conseguir trabajo de aquello que estudiaron, si eso deparará o no una situación económica viable. En ese contexto de tanta incertidumbre, se explica que los centennials se aferren a la fugacidad del instante”.
Para muchos expertos, lo positivo es la capacidad de buscar cosas nuevas y no quedarse en la llamada “zona de confort”, esa que se alcanza luego de una curva de madurez finalizada y que no supone nuevas experiencias de aprendizaje.
“Los centennials han llegado para desafiar la idea de que un trabajo es para toda la vida -dice por su parte Sebastián Siseles, vicepresidente Internacional de Freelancer.com, el mayor mercado de freelancing y crowdsourcing en el mundo-. Ya no es tabú cambiar de trabajo con frecuencia. Es más, es leído como una virtud de adaptabilidad y adaptación extrema que exigen los entornos altamente cambiantes como los de hoy”.
Según el periódico The Independent, el 43% de los millennials planean cambiar de trabajo en los próximos dos años, y solo un 28% piensa permanecer en sus trabajos más de dos años. Si bien el salario se cita en el informe como un factor de peso a la hora de cambiar de trabajo, los protagonistas declaran que se debe mayormente a que no están de acuerdo con la ética de las empresas o sus prácticas.
“Los centennials suelen permanecer como máximo 8 meses en el trabajo. Parte de esta situación es que muchas veces los trabajos tradicionales de 9 a 5 no los desafían, y necesitan nuevas cosas para innovar y crear. Naturalmente curiosos, quienes pertenecen a esta generación se encuentran más a gusto fuera de su zona de confort que en ella”, afirma Siseles.
“Además de no estar motivados y de necesitar nuevos desafíos constantemente, esta nueva generación no se siente interpelada por el mandato de ‘vivir para trabajar’. Prefieren un trabajo flexible, donde no tengan que estar obligadamente de 9 a 18, y que exista un equilibrio atractivo entre vida y trabajo”, comenta Siseles, para quien plataformas de trabajo independiente como la suya “les resultan interesantes para manejar con más libertad y autonomía su vida laboral”.
COMENTARIOS