El fútbol santafesino está de luto. Un joven futbolista de 17 años murió tras atajar un penal con el pecho durante un encuentro entre equipos de la Liga Regional Norteña, en dicha provincia.
Tras recibir la pelota, Ramón Ismael Coronel, arquero del Club Unión de Golondrina de la ciudad de Reconquista, corrió para festejar y cayó desvanecido.
“Atajó feliz su penal, alcanzó a festejar y cayó”, reveló su prima en diálogo con el diario local Reconquista Hoy.
Ante la ausencia de una ambulancia durante el encuentro, el joven fue trasladado al Hospital de Reconquista en una camioneta, pero pese a los intentos, los médicos no pudieron reanimarlo.
El hecho sucedió el martes en el marco de un encuentro por la Fiesta Patronal que se definía por penales tras haber terminado en empate. Como cada 9 de julio, celebraban a la Virgen de Itatí.
Si bien no se realizó una autopsia, desde el Ministerio Público de la Acusación de Reconquista aseguraron que la muerte de Coronel se trató de una “fatalidad”.
Piki, como lo conocían sus amigos, tenía tres hermanos y concurría a la Escuela Secundaria Juana Manso. “Lo único que te puedo decir es que no entiendo por qué en semejante evento no había una ambulancia”, se lamentó su padre, Eduardo, en una entrevista con el mismo medio.
Tras la trágica muerte, la Liga Norteña de Fútbol, en la que juega el Club Unión de Golondrina, emitió un comunicado para confirmar la noticia. “Informamos el fallecimiento del Jugador de Unión de Golondrina, Ramon Ismael Coronel (Piki)”.
“Acompañamos a la familia y al Club Unión de Golondrina en este difícil momento. Nuestro más sentido pésame, de todos los que conformamos la Liga Norteña”, concluyeron.
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