Jill Noe y Whitney Bliesner son gemelas y tienen 34 años. Ambas juagaban al básquet en la Universidad del Estado de Arizona. Una de ellas no puede quedar embarazada, así que la otra decidió ayudarla y le prestó su vientre.
Whitney no puede tener hijos debido a una enfermedad poco frecuente, así que Jill le prestó el vientre para que cumpliese su sueño. Ya lleva 30 semanas de embarazo y se espera que los mellizos nazcan en junio.
Whitney tiene neurofibromatosis tipo 2, una extraña enfermedad genética que le provoca el crecimiento de tumores benignos en el sistema nervioso. Eso le impidió quedar embarazada, porque los médicos le dijeron que podría empeorar su condición debido al desajuste hormonal.
En la Navidad de 2017, le contó a su gemela que no podría ser mamá, ya que era muy costoso buscar un vientre de alquiler o adoptar un chico. Sin embargo, su hermana no lo dudó un segundo y le dijo: “Hagámoslo! Veamos a dónde nos conduce esto y si puedo pondré mi cuerpo donde se necesite para tener a tus hijos“.
“Estaba impactada y feliz al mismo tiempo, porque se lo divertida y activa que es su vida, así que no podía creer que quisiera parar para hacer esto por mí”, recordó Whitney.
La enfermada puede transmitirse genéticamente, por ese motivo, utilizaron los óvulos de una donante. El implante fue exitoso y Jill ya lleva 30 semanas de embarazo. Tendrá un nene y una nena.
“Whitney siempre quiso ser mamá. Su enfermedad ya le quitó mucho y no iba a permitir que le saque esto también. Ella es mi mejor amiga y sé que habría hecho lo mismo por mí”, cerró Jill.
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