Tres sospechosos muertos por balas policiales marcan una señal de alerta en la provincia de Córdoba, puntualmente en la capital y sus alrededores. Los tres casos tienen, por estas horas, a los agentes implicados en situación de libertad pero con respectivas imputaciones por homicidio.
El último hecho ocurrió el sábado por la noche en el barrio Malvinas Argentinas, en el Gran Córdoba. La versión oficial indica que el sospechoso, identificado como Jorge Bracamonte, de 23 años, se refugió en una casa de esa barriada junto a un cómplice tras asaltar a una mujer. Un policía finalizó la persecución allí mismo, en Gaucho Rivero al 1200, donde disparó su arma reglamentaria y mató a Bracamonte de un tiro en el tórax, cerca de una de las axilas.
El supuesto cómplice de Bracamonte fue detenido y se le secuestró un revólver calibre 22. Al que no se le encontró arma fue justamente a Bracamonte. En consecuencia, sus familiares denunciaron este fin de semana que se trató de un caso de “gatillo fácil”.
El fiscal Marcelo Fenol quedó a cargo de la investigación y aseguró que entiende que hubo “flagrancia por parte del supuesto delincuente, que a su vez contaba con antecedentes penales”, según contó al sitio Cadena 3. “Las primeras informaciones apuntarían a que fue un caso de actuación funcional dentro de los parámetros. Pero por ahora lo estoy investigando como homicidio”, precisó el fiscal.
Marcos Soria (32) y Víctor Sarría (38) son las identidades de los otros dos sospechosos asesinados por policías que ahora son investigados por “homicidio”.
Soria murió tras recibir un balazo en la cabeza en el barrio Obispo Angelelli 2. A Sarría, el proyectil le dio en la frente.
Por la muerte de Soria, el cabo de la policía cordobesa Gustavo Fabián Rivero está en una situación compleja. Vestía de civil al momento del hecho, ocurrido el 8 de diciembre, y tras disparar se fue caminando del lugar y no dio aviso a ningún superior. La fiscal Milagros Gorgas dispuso que quede en libertad pero lo dejó imputado por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego y su condición de policía”. Ramiro Emanuel Cáceres, de 21 años, es el oficial involucrado en el hecho en el que murió Sarría. Está acusado de “homicidio con exceso”.
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