Sol, una estudiante de medicina de 19 años, fue una de las protagonistas de una historia sin igual. La joven había salido del oftalmólogo y fue a almorzar a una casa de comidas rápidas en Corrientes y Malabia.
Un nene de 11 años se le acercó y, con timidez, le dijo que se llamaba Omar y que necesitaba que lo ayudara a escribir una carta para una chica que le gustaba. Sol aceptó y juntos comenzaron la aventura.
Aunque el nene no sabía escribir ni leer, si tenía en claro lo que quería decir. "Yo escribía en un papel lo que él me pedía y Omar copiaba las letras. Fue así que escribimos 'sos todo para mí'", recordó Sol.
Omar le contó a Sol que vive con su mamá y su hermano, que no tiene papá y que vende "tarjetitas con frases" en la calle y en el subte. "No recuerdo todo lo que escribimos, pero al final le pusimos 'sos lo mejor de mi vida' acompañada de un corazón", detalló Sol.
Una vez que terminaron la carta, con unos papelitos hicieron un sobre, y juntos fueron hasta el mostrador y pidieron cinta para cerrarlo. Omar le agradeció con una enorme sonrisa y se fue.
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