Conmociona a los cordobeses el asesinato a sangre fría de un hombre de 51 años frente a su hijo de 17. Lo atacaron dos motochorros y huyeron después del crimen. Eduardo Cuello acompañaba al adolescente del colegio a la casa, precisamente, por temor a la inseguridad.
El asesinato se produjo a 80 metros de la entrada de la casa, en la calle Teniente Pedro Ignacio Bean al 300, del barrio San Fernando. Según fuentes de la Policía, Cuello se resistió al asalto y empezó a pelear con uno de los ladrones; el otro le disparó tres balazos.
Dos de las balas ingresaron por el abdomen y la tercera en una pierna; fue trasladado por un servicio de emergencias al Hospital de Urgencias y murió ayer de madrugada.
Al momento del asalto Cuello sólo tenía su celular y unos billetes. Su hijo se quedó parado y vio todo lo que pasaba. Los motochorros no le hicieron nada a él; huyeron después de disparar.
La esposa de Cuello, Karina Guevara, contó a los medios periodísticos que el hombre acompañaba todos los días a su hijo del colegio a la casa por temor a que le pasara algo.
"Venía de traerlo a mi hijo del colegio. Siempre lo iba a buscar por temor a la inseguridad. En la esquina de casa, se metió una moto en contramano, los motochorros le apuntaron para robarle, él le dijo que no tenía nada y le dispararon", relató.
"No hay detenidos porque no se lo pudieron identificar ya que los delincuentes tenían cascos. Subsistíamos con la despensa", dijo en referencia a un almacén que tenían en la casa.
El crimen de Cuello se produjo apenas pocas horas después de que muriera Julio Maturano, el albañil de 64 años, accidentado al escapar de motochorros en Villa Los Artesanos. También en ese caso están prófugos los delincuentes.
CÓRDOBA
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