Davide Astori, el capitán de la Fiorentina que fue encontrado muerto el domingo por la mañana, en su habitación del hotel de Udine, no sólo dejó detrás una gran carrera como futbolista. Con 31 años, el italiano ya había formado una familia: tenía pareja, una hija de dos años y una historia de amor como pocas.
Astori conoció a Francesca Fioretti en 2013. Y lejos de ser un encuentro casual, nunca volvieron a separarse. Los unió el amor por los viajes y, con el tiempo, conocieron el mundo juntos y lo compartieron en las redes.
A comienzos de 2016, nació su hija Vittoria. Pero eso no les privó de seguir recorriendo países como India, Japón, México o Nepal. Fue tal el flechazo que Fioretti suspendió su carrera como profesional -modelo y diseñadora- para dedicarse de lleno en su rol de madre y esposa.
"Yo venía de estar en Vietnam y Davide tomó iniciativa haciéndome preguntas sobre los lugares que había visitado. Después de un tiempo, empezamos a salir y ahora aquí estamos, esperando por nuestra primera hija", declaró, en el 2015, a Vanity Fair.
Pero el último domingo su historia de amor tuvo punto final cuando Astori fue encontrado muerto en plena concentración y a sólo horas del partido que la Fiorentina iba a disputar ante el Udinese, por la Serie A de Italia.
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