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SOCIEDAD

Profesor baleado y muy querido por sus alumnos

“Un minuto más y lo perdíamos” dijo la médica que atendió a Enrique Soruco (48). El profesor de Historia llegó agonizando al Hospital Mariano y Luciano de la Vega, de Moreno. Un instante antes, en la puerta de su casa, un ladrón le dio un balazo en una pierna para robarle el auto.
El episodio ocurrió el martes, cerca de las 6.30, cuando el profesor salía de su propiedad ubicada en Francisco Piovano al 3300, a cuatro cuadras de la estación de Moreno, para ir a la escuela José Hernández, de Paso del Rey.
Enrique había sacado su Fiat Siena beige del garage e iba a cerrar el portón cuando oyó ruidos. Se dio vuelta, vio a un hombre que venía hacia él y atinó a subirse al auto. El ladrón lo alcanzó y le dio dos culatazos en la cabeza.
Vencido, el profesor quedó tirado sobre el asfalto. Pero antes de escapar con el auto le disparó a Enrique en una pierna, que le perforó la arteria femoral.
Al oír el tiro, su familia salió a ver qué había pasado. Cinthia (24), una de las hijas que es enfermera le practicó un torniquete para detener el derrame de sangre. Mientras tanto, Federico (21) lo sostenía y trataba de animarlo, pero su padre se desvanecía.
En ese momento, y de casualidad, el yerno de Enrique llegaba a la casa y junto con el resto de la familia lo llevaron al hospital. “Le practicaron excelentes primeros auxilios”, dijo Karen, su hermana, sobre la atención de los médicos.
Al profesor lo operaron una vez y comenzó a evolucionar lentamente, pero luego su cuadro se complicó y debieron intervenirlo nuevamente. “Ahora está evolucionando favorablemente y se estabiliza”, dijo Karen a Clarín.
El hecho causó una gran conmoción entre los vecinos y la comunidad educativa de Moreno, ya que Enrique trabaja en varias escuelas. Tal es así que en el hospital habían pedido 20 dadores de sangre para Soruco y fueron más de 30.
 “Los alumnos ya fueron a llevarle cartulinas para animarlo”, contó su hermana. “El está bien, se acuerda del asalto, pero ya está pensando en volver a clases. Me dijo: ‘El lunes tengo la entrega de diplomas’”, contó Karen aunque Enrique deberá seguir en observación. Además tiene problemas auditivos por los culatazos.
Enrique está casado y tiene cuatro hijos. Uno de 24, dos de 21 y una de seis, que escuchó todo.
“Sinceramente hoy no fue mi día, tal vez el peor de mi vida. Me sentí débil, inútil y con mucha impotencia. Nunca me voy a olvidar como te sostenía en mis brazos y nos mirábamos fijamente y yo te suplicaba que no nos dejaras, y así fue viejito, te la bancaste y no nos dejaste”, publicó Federico en su Facebook, la noche después del asalto. Luego le agradeció a todos los que se preocuparon por su padre. El caso quedó a cargo de la Fiscalía N° 8 de Moreno. La Policía continuaba tratando de dar con el ladrón y el Fiat Siena beige de Soruco.

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