El pacto secreto que Giselle Rímolo rompió en prisión por el que ahora teme volver
La falsa médica estuvo detenida dos veces en Ezeiza. Pasó de ser la reclusa mimada a ser atacada con un palo de escoba. Los motivos.
María Silvina Prieto, estuvo condenada por un crimen en el penal de Ezeiza y compartió celda con la falsa médica Giselle Rímolo. Aunque ahora ya se encuentra en libertad, la nueva detención de la expareja de Silvio Soldán la llevó a recordar los días que compartieron en la cárcel y reveló una terrible interna que atemoriza a la mediática.
Durante su primera detención, "Giselle Rímolo contaba con un séquito que la seguía a todos lados. Aunque se trataba de amoldar a la vida tumbera lo mejor posible, nunca pasó desapercibida. Se cuidaba tanto en las comidas como en el más mínimo de los detalles de su imagen. Algunas de las compañeras hacían de estilistas, manicuras, cosmetólogas o psicólogas. En esta vida todo tiene un precio", contó Prieto en el libro "Crónicas Tumberas".
Todos estos beneficios habían sido acordados a cambio de que, cuando Rímolo recuperara la libertad, les pagara dinero. Cuando esto sucedió ella no cumplió y la llevó a sufrir el ataque con un palo de escoba cuando pisó por segunda vez Ezeiza. El arreglo era que las chicas la asistían y ella debía pagar por eso. Pero Rímolo creyó que nunca volvería a la cárcel y jamás cumplió con el compromiso asumido a la fuerza.
Su abogado, Roberto Schlagel, le contó hoy al canal televisivo TN que "ella tiene un estado psiquiátrico de estrés postraumático, producido por una brutal agresión que sufrió en su segunda detención en el año 2004 en el penal de mujeres de Ezeiza".
"Cuando la fui a ver estaba pelada, le habían arrancado los pelos a tirones y agredieron analmente y vaginalmente con un palo de escoba. Tenía serias lesiones internas, ginecológicas. Ella me contó que había aceptado por las presiones darle dinero a sus compañeras; nunca pensó que iba a regresar a la cárcel. Cuando la vuelven a detener, la mandaron al mismo pabellón y las otras internas la esperaron con una venganza", dijo Schlag.
Rímolo hace lo imposible para no volver a la cárcel desde que la semana pasada la Corte confirmó su condena de 9 años por ejercicio ilegal de la medicina. El miércoles, en un estado de shock y sedada, el Servicio Penitenciario finalmente la sacó de su casa en Don Torcuato, la llevó a una clínica y su destino será la Unidad Penal 28 si la defensa no logra la prisión domiciliaria o en una clínica psiquiátrica.