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DISCRIMINACIÓN

Detuvieron a dos mujeres por darse un beso en el subte

Las demoraron dos efectivos identificados como Jonatan Rojo y Karen Villarroel, de la Policía Metropolitana. Los uniformados pusieron como excusa que estaban fumando en un lugar prohibido. En repudio convocaron a un beso masivo el viernes próximo.

Una mujer de 24 años denunció ayer que ella y su esposa fueron detenidas y demoradas por más de siete horas por haberse besado en la estación Constitución de la línea C del subterráneo porteño, mientras que la Policía de la ciudad aduce que el arresto se debió a que “estaba fumando en un lugar no permitido”.
“Cuando me arrestan estaba mi señora al lado y a ella le piden el certificado de casamiento para ver si realmente está casada. A pesar de que ella insiste, el policía le pone soltera en el acta. Ahí ya nos dimos cuenta que el cigarrillo era sólo una excusa”, relató Mariana Gómez a la prensa.
“Había un montón de gente fumando. Nosotras de hecho habíamos fumado antes de ese cigarrillo y la policía no había dicho nada”, agregó.
Señaló que el incidente ocurrió en la tarde del lunes, cuando ella estaba hablando con su esposa Rocío hasta que se besaron y entonces un policía, al que identificó como Jonatan Rojo, se acercó y le pidió que apagara el cigarrillo, tras lo cual, según el relato de las jóvenes, la golpeó y esposó junto a otra policía identificada como Karen Villarroel.
Mariana fue trasladada a una dependencia policial de la División Subterráneos en la estación Boedo de la línea E donde fue liberada pasada las 21, según afirmó.
Según fuentes policiales, el incidente ocurrió cuando, “por pedido de personal de seguridad de la empresa Metrovías” agentes de la Policía porteña se acercaron a la mujer para indicarle que estaba fumando en una zona no permitida. “Al acercarse los agentes policiales al personal de seguridad de la empresa, son agredidos con golpes de puño y patadas, por lo que los oficiales proceden a su detención”, aseguraron las fuentes
La caratula de la causa es “Atentado y Resistencia a la autoridad” e interviene el Juzgado en lo Criminal y Correccional N°45, a cargo de María Dolores Fontbona de Pombo.
En agosto del año pasado, dos chicas denunciaron que fueron echadas del café La Biela, en el barrio porteño de Recoleta, por haberse besado allí. En declaraciones al canal C5N, Rocío Girat, esposa de Mariana, aseguró que su mujer “tiene el cuello rasguñado y el tobillo golpeado” 
“A mi me revolearon como a una bolsa de papas. Esto fue un ataque porque somos lesbianas. Yo no sé a qué pareja hetero le piden certificado de matrimonio para demostrar el vínculo”, agregó.
Mariana y Rocío declararon haberse conocido en su militancia por visibilizar el abuso sexual infantil, delito del que ambas fueron víctimas, la primera de parte de su tutor legal y la otra de su progenitor, el suboficial naval Marcelo Girat. “Nosotras dos no tuvimos la posibilidad de ver a las personas que nos violentaron de la manera deplorable en la que yo vi a mi mujer, esposada”, sostuvo Rocío Girat.
Celeste, madre de Mariana informó en las redes sociales que hoy se deben presentar a las 9 en los tribunales de Lavalle 1171 para saber cómo sigue la causa, por lo que pidió a las organizaciones de lesbianas que la “acompañen”. Además, convocó a un “Besazo -Tortazo” en la estación de subte Boedo -línea E- para el viernes.

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