El fin de año se acerca y con él, el dilema de cómo continuar la vida después de la secundaria. No todas las personas saben desde pequeños cuál va a ser su vocación o a qué se quieren dedicar cuando sean mayores.
Pero en lo que todos estamos de acuerdo es en que nada es del todo seguro y todo depende de apostar. Pero, antes de hacerlo, hay algunas bases que posiblemente te ayudarán.
- Planteate los motivos por los que querés estudiar.
Cada uno tiene sus razones para inclinarse por una carrera, por ejemplo, por vocación, interés, dinero o hasta facilidad a la hora de obtener el título. Independientemente del objetivo que busques al emprender el camino hacia los estudios, tenés que visualizarlo y tenerlo presente.
- Definí tus intereses.
Saber qué te gusta ( o por lo menos lo que no te gusta) te ayudará a reducir la lista de posibilidades.En esos puntos es muy importante que te plantees qué te gustaría hacer de adulto, es decir, si preferís estar en una oficina, trabajar desde tu casa o al aire libre o viajar.
- No dejes que te abrume el futuro.
Si ya sabés que te interesa alguna especialidad en particular, pero crees que no tiene casi salidas profesionales tratá de buscar las actividades afines. Tomá esta parte de la decisión con calma y no dejes que nadie influya en la misma.
- Fijate en alternativas.
No te cierres a una sola posibilidad, buscá distintas opciones que puedan gustarte y luego hacé una lista de pros y contras que tiene cada una.
- Informate.
Tratá de contactarte con personas que estudian o estudiaron esa misma carrera para enterarte de qué es lo que te espera. Podés informarte en las universidades o incluso en foros de Internet.
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