SOCIEDAD

El juicio a Fernando Farré

La conformación del jurado, la presencia de un Fernando Farré inmutable y un intrigante alegato de la defensa fueron los puntos salientes de la primera jornada del juicio contra el empresario que apuñaló 66 veces y degolló a su esposa, Claudia Schaefer, en una casa del country Martindale, en Pilar. Durante la mañana se realizó el proceso de selección de los 12 jurados y por la tarde, tras un cuarto intermedio, fue el turno de los alegatos de la fiscalía, la querella y la defensa, con el acusado sentado en el banquillo del Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro.
Apenas pasadas las 15, tras una larga espera en una alcaidía del edificio, Farré ingresó a la sala. Vestía un saco gris y una camisa celeste y al entrar miró a todos los presentes y se sentó. No hizo gestos ni pronunció palabra alguna durante los 100 minutos que se extendió la audiencia. Ni siquiera tomó un sorbo del vaso con agua que tuvo a su disposición.
Tras la acusación de las fiscales especializadas en violencia de género, Carolina Carballido Calatayud y Laura Zyseskind, titulares de las fiscalías de de Pilar y San Isidro respectivamente, y el alegato del abogado de la familia de Schaefer, Jorge Sandro, llegó el descargo de la defensa a cargo de Adrián Tenca, quien les habló a los jurados y generó cierto misterio entre los presentes.