Trump llega a Roma para visitar mañana al papa Francisco
El papa Francisco recibirá mañana en el Vaticano al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en el primer encuentro entre ambos tras la asunción del mandatario en enero último.
Tras llegar este martes a Roma, Trump, su esposa Melania y su hija Ivanka encabezarán la delegación estadounidense que visitará al Pontífice mañana a las 8.30 de Roma (3.30 de la Argentina) en el Palacio Apostólico del Vaticano.
Luego de la reunión, que no durará más de 40 minutos por el encuentro con los fieles que debe encabezar Jorge Bergoglio, Trump se reunirá con el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin y con el "canciller" de la Santa Sede, el Arzobispo Paul Richard Gallagher, encargado de las relaciones con los Estados.
Después, Trump y su familia visitarán la Capilla Sixtina y la Basílica de San Pedro.
La numerosa comitiva que espera la Santa Sede no entrará al Vaticano por el usual arco de las campanas que se sitúa a un costado de la Basílica de San Pedro, sino que ingresará por una puerta lateral: fue un pedido explícito del Pontífice para que el desfile de autos blindados no moleste a las miles de personas que se esperan en la Plaza vaticana para la tradicional audiencia general de miércoles.
Luego de que la Iglesia de América Latina mostrara "esperanza" en al reunión de mañana en la voz del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) Rubén Salazar, hay tres puntos relevantes que la diplomacia vaticana pondrá sobre la mesa, según averiguó Télam: la inmigración, la persecución a los cristianos y el medio ambiente.
De todas formas, y si bien el Papa aseguró a inicios de mes que no juzgaba a nadie "antes de escucharlo", en la diplomacia vaticana tomaron nota del primer acto del mandatario en la gira que lo traerá a Roma: un acuerdo multimillonario con Arabia Saudita para la venta de armas. un negocio que el Pontífice no se cansa de criticar y contra el que ha sido enfático en numerosas veces.
Por otro lado, la designación de Callista Gingrinch como futura embajadora estadounidense ante la Santa Sede, a espera de la confirmación del Senado, tampoco fue la mejor noticia que podría recibir el Vaticano.
Dentro de los muros de la Santa Sede no solo se preguntan por sus "escasos" méritos profesionales, sino que miran con recelo el origen de la relación que derivó en su matrimonio con su actual esposo, Newt, un importante aliado republicano de la Casa Blanca en el Senado. Callista y Newt estuvieron seis años en pareja mientras él estaba casado con su ex esposa, Marianne.