En épocas más analógicas, en las que se imprimían fotos para armar álbumes en vez de compartirlas en las redes sociales, o en las que se regalaba un peluche o un ramo de flores en vez de mandar emoticones, e incluso se dedicaba con puño y letra una tarjeta en vez de dejar un mensaje público en el muro de Facebook, era más fácil reunir los restos de una relación para archivarlo en el baúl de los recuerdos o, según sea el caso, deshacerse de ellos.
Con las redes sociales en el centro de la vida social, las rupturas amorosas exigen pensar también en cómo manejar la “separación virtual”. Y como todavía no existen reglas de etiqueta que determinen el comportamiento más apropiado para ex parejas, cada uno debe tomar sus propias decisiones.
Si a la ruptura sobrevienen sentimientos de enojo o resentimiento, la decisión será más sencilla: probablemente se eliminarán las fotos y el contacto sin ninguna culpa y en un santiamén. Aunque por supuesto eso no garantiza no recibir más noticias del otro. De hecho, es común que ocurra cuando comparten contactos en las redes sociales.
Después de dos años de convivencia, Emilia y Leandro se comprometieron. Tenían casi un año entero para organizar la fiesta de casamiento y para amortiguar gastos habían empezado a comprar el cotillón. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que Leandro manifestó una repentina crisis existencial, que en poco tiempo se trasladó a la pareja y finalmente acabó con la relación. A la semana de la separación, Emilia se encontró con fotos que alguien había compartido en Facebook en las que se veía a Leandro con sus amigos, divirtiéndose con el cotillón que había sido pensado para el trunco casamiento.
“Cuando una relación se termina es difícil saber cómo actuar con nuestra ex pareja, y la situación puede trasladarse a la esfera de las redes sociales, ya que muchas veces son estas las que nos mantienen conectados a esa historia”, dice la psicóloga María de Jesús Ferrero, y agrega: “Qué hace, a quién agrega, qué fotos sube, rápidamente se convierten en una excusa para la interpretación fácil de cómo se siente el otro, cómo transita el duelo por la separación, y hasta a partir de eso podemos suponer cuánto le importamos”.
Si la ruptura se produce en buenos términos y pareciera ser dolorosa para los dos, suele resultar difícil encontrar el momento apropiado para eliminar las fotos de los momentos compartidos o decidir cuándo es tiempo de cambiar ‘la situación sentimental’ en Facebook.
Cuando Victoria empezó a salir con Francisco se encontró con que él tenía en su Facebook una foto en la que aparecía tomado de la mano con su ex pareja. Argumentó que le parecía una imagen inocente y que no veía la necesidad de eliminarla. Pasaron unas semanas y muchas discusiones hasta que finalmente la ex fue eliminada de la red social.
Otras incertidumbres suelen surgir ante el interrogante: ¿Es mejor borrarlo/a de la lista de contactos de Facebook? Una posible consecuencia de que siga ahí es enterarse de su nuevo romance a partir de una actualización, lo que podría resultar chocante. Aunque para evitarlo existe la opción de dejar de ver sus publicaciones y conservar la amistad.
“Eliminar o no al ex es algo muy personal. Entran en juego factores relacionados con el tipo de relación y el corte que hubo. En algunos casos lo más recomendable es no tenerlo, ya que se generan hermenéuticas cruzadas: las risas en una foto se interpretan como felicidad plena y los ‘me gusta’ se convierten en una nueva relación”, dice Ferrero y diferencia de los casos en los que predomina un cariño profundo y las ganas de seguir en contacto, pero “sin confundir los tantos”.
Por otro lado, la psicóloga Tara C. Marshall de la Brunel University de Londres realizó un estudio, que publicó la revista Live Science, en el que asegura que quienes más frecuentan el Facebook de sus ex parejas sienten más emociones negativas, les cuesta más recuperarse y no experimentan un “crecimiento personal” después de la separación. “Aunque se necesita más investigación, el mensaje del estudio es que comprobar a menudo la página de una antigua pareja se asocia con menor recuperación emocional”, dijo.
Para su investigación, Marshall realizó un seguimiento de 464 participantes (la mayoría de edad universitaria). El 54% de los encuestados dijo seguir siendo amigo de Facebook de su ex sin mantener contacto frecuente. El 25% borró al otro de su lista y el 12% se encontró con que los habían borrado primero. Aunque no existen reglas claras al respecto, avisar antes de eliminar sería la alternativa “más amigable”.
Según el estudio de Marshall, echar a la ex pareja de Facebook tampoco sería recomendable “porque si no se mantiene contacto permanecen envueltas en una especie de mística atractiva”. Desde su perspectiva, no hay que eliminarlas ni “acecharlas”.
Por su parte, Ferrero sostiene: “Para superar una ruptura lo aconsejable es transitar el duelo desde su singularidad. Lo recomendable es tratar de evitar enojos y principalmente supuestos, que muchas veces surgen de espiar la actividad en la red social”.
RELACIONES 2.0
Separaciones virtuales: ¿cómo manejarse con la ex pareja en las redes sociales?
Según un estudio, lo mejor es mantener el contacto, pero sin “espiar” sus movimientos online.
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