Un avión de transporte C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina partió este mediodía de la base aérea de Palomar hacia Perú para brindar ayuda humanitaria en las zonas afectadas por el alud ocurrido la semana pasada en ese país, que dejó 75 muertos.
Además de llevar frazadas, pastillas potabilizadoras y otros elementos para asistir en la emergencia provistos por la Cancillería, el Hércules se sumará al puente aéreo entre la capital peruana y las zonas anegadas para realizar evacuaciones, transporte de personas afectadas o materiales hacia las zonas de difícil acceso terrestre.
La aeronave argentina se suma a otras que estarán operando en Perú como parte de la cooperación establecida por varias fuerzas aéreas de la región, que integran el Sistema de Cooperación de Fuerzas Americanas (Sicofaa).
La misión fue organizada a través de la Comisión Cascos Blancos y del Ministerio de Defensa e integrada por un grupo de seis voluntarios expertos en tratamiento de agua y desastres, informó la Cancillería en un comunicado.
El avión lleva una carga de 4.000 frazada y 40 cajas de pastillas potabilizadoras de agua, suficientes para tratar más de 8 millones de litros.
Los comisión de Cascos Blancos participará además de los trabajos realizados por el Equipo de Evaluación y Coordinación de Naciones Unidas en Casos de Desastres (Undac, por sus siglas en inglés), a través de un funcionario experto en la materia.
El Hércules fue despedido por el ministro de Defensa, Julio Martínez, quien estuvo acompañado por el jefe de Cancillería de la Embajada de Perú, Javier Augusto Shaw; el comandante de Adiestramiento y Alistamiento de la Fuerza Aérea, brigadier mayor Oscar Charadía y otras autoridades.
Martínez destacó el trabajo en grupo con los países de la región que se encuentra en el lugar: “Hay dotaciones de Hércules de Chile y Brasil que van a trabajar en equipo con las nuestras también y con las de Perú, así que se espera trabajar en equipo en beneficio de la gente que está sufriendo”.
El jefe de cancillería de la Embajada de Perú, Javier Augusto Shaw expresó que “esto va a ser una gran contribución para fortalecer el puente aéreo que se está estableciendo con las diferentes zonas afectadas y es parte de la cooperación que existe entre dos países hermanos”.
Las victimas del alud en Perú ascienden a 75 muertos, 263 heridos, 20 desaparecidos y unos 100.000 damnificados, mientras que la comunicación por vía terrestre entre el norte y el centro del país presenta grandes dificultades, debido al colapso de puentes en la extensión de los caminos que conectan las zonas afectadas.
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