SALUD

El consumo de azúcar en Argentina triplica el máximo recomendado

Lo advierte un informe, según el cual Argentina es el primer consumidor mundial de gaseosas “per capita”

Pese al riesgo que implica su ingesta en exceso, cada argentino consume en promedio tres veces más azúcar agregada que lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo señala un informe difundido ayer por la Federación Argentina de Graduados en Nutrición en la Semana del Consumo Responsable de Azúcares, una iniciativa que busca despertar conciencia y promover hábitos saludables entre la población.

Mientras que la recomendación actual de la OMS indica que el consumo de azúcar agregada no debería superar el 10% del total de energía consumida en un día por una persona (lo que equivale a 50 gramos o doce cucharaditas para una dieta promedio de 2.000 calorías), cada argentino consume hoy tres veces más de esa cantidad a través de la ingesta de gaseosas, alimentos procesados y golosinas, o bien al endulzar el mate, café o té.

“A lo largo de los años se ha visto cómo el consumo de productos que contienen elevada cantidad de azúcar agregada atentan contra la salud favoreciendo el desarrollo de sobrepeso y obesidad, hígado graso, enfermedades cardiovasculares y síndrome metabólico, entre otras complicaciones”, señalan desde la Federación Argentina de Graduados en Nutrición, donde aseguran que es posible reducir la ingesta de azúcar con recursos muy simples.

Cómo reducir la ingesta

Entre sus principales recomendaciones los nutricionistas proponen priorizar los alimentos naturales por sobre los industrializados, donde el porcentaje de azúcar puede llegar al 80%. “Uno de los principales hábitos poco saludables que favorecen a la malnutrición es el alto consumo de alimentos procesados y ultra-procesados (como salsas, pizzas, galletitas, aderezos y snacks). Es aconsejable reemplazarlos por alimentos caseros o mínimamente procesados y consumir más cantidad de fruta fresca, verduras, frutas secas, semillas, leguminosas, queso fresco, huevo y yogurt natural”.

También instan a “limitar el consumo de gaseosas y aguas saborizadas y reemplazarlas idealmente por agua o jugos naturales, ya que constituyen una de las principales fuentes de consumo de azúcar agregado”.

“La Argentina es el principal consumidor de bebidas gaseosas del mundo: se estima que por año cada persona bebe 131 litros. Las gaseosas regulares contienen 21,9 gramos de azúcar en promedio cada 200 mililitros”, lo que equivale a decir que solo una botella de 600 mililitros contiene toda el azúcar agregado que se recomienda consumir por día.

Otra de la claves para reducir el consumo de azúcar agregado pasa por “buscar alternativas para endulzar los alimentos o infusiones”. Según una reciente encuesta realizada por investigadores de la Universidad de Lanús entre 800 argentinos, el 45% utiliza azúcar blanco como único endulzante de infusiones y alimentos. Así, una de las mayores fuentes de consumo diario de azúcares (y a veces no percibida como tal) es la agregada a las infusiones como el café, té o mate.

“En la Argentina, el hábito de tomar mate dulce provoca un exceso de ingesta de calorías vacías ya que si a cada mate se le añade una cucharadita, con el consumo de un termo se supera el nivel recomendado para el día. Por eso es recomendable endulzar con otras opciones como especias, cáscaras de frutas, esencia de vainilla, entre otros”, recomiendan desde la Federación Argentina de Graduados en Nutrición.

No menos importante es “limitar el consumo de golosinas, cuyo nivel de consumo en el país se encuentra en unos 4 kilos al año por persona”, agregan desde la entidad profesional al recordar que “un caramelo masticable equivale a media cucharadita de azúcar y una barra de chocolate a 5 cucharaditas”, por lo que bastan poco más de dos de éstas últimas para alcanzar la ingesta diaria recomendada por la OMS.

Incorporar opciones saludables en el desayuno, merienda y postres es también un valioso recurso para reducir el consumo de azúcar agregada. “Nueve de cada diez argentinos incluyen diariamente dulces en su alimentación. El 91% de ese consumo se da durante el desayuno, el 89% en la merienda y el 71% en la ingesta de postres luego de las comidas”, detallan los nutricionistas, quienes recomiendan reemplazar galletitas, alfajores y medialunas por cereales sin azúcar, yogures light, frutas y panes de harina integral.