Autoridades de salud de Estados Unidos confirmaron un caso de contagio humano de peste bubónica en el condado Pueblo, en el sur del estado de Colorado. Con esta ya son tres las personas que desarrollaron esta enfermedad en 2024 tras los detectados en febrero en Oregón y en Nuevo México en marzo, que terminó con la primera persona fallecida por esa infección en ocho años en ese país.
Dado que la peste bubónica (conocida como la plaga) es endémica tanto en sur de Colorado con en amplias zonas del oeste del país (Arizona, California, Nevada, Nuevo México y Oregón), no se pudo precisar cómo ocurrió el contagio, aunque la forma más común es que una pulga infectada salte de un roedor a un humano.
El terror medieval
Históricamente, se tiene presente a esta enfermedad por ser la responsable de “La peste negra”, muerte negra o epidemia de la peste, la pandemia de peste bubónica más devastadora de la historia de la humanidad, que afectó a Eurasia y el norte de África que alcanzó un punto máximo a finales de la Edad Media, entre 1347 y 1353. Si bien es difícil conocer el número de fallecidos, modelos contemporáneos lo calculan entre 80 a 200 millones. Esto significa que provocó la muerte de entre el 30% y el 60% de la población de Europa.
El paciente detectado ahora había sido hospitalizado la semana pasada y desde entonces su condición mejoró, según Trysten García, portavoz del el Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente del Condado Pueblo (PDPHE).
Cada año se detectan en promedio sólo siete casos de peste bubónica en Estados Unidos. Pero los fallecimientos no son habituales. El último brote severo en el país ocurrió en Los Ángeles en la década de 1920, con unos 30 muertos confirmados, según los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.
El dilema sanitario que plantea esta enfermedad es que no existe una vacuna contra ella y en la actualidad también puede ser mortal (como ocurrió con la persona contagiada en Nuevo México) si no se trata a tiempo, dado que la bacteria que causa la peste puede infectar los pulmones (peste neumónica) o la sangre.
Datos de la OMS
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), dependiendo del país y otros factores, del 30% al 60% de los infectados de peste bubónica fallece. Yersinia pestis es la bacteria que provoca esta peste, vive en pequeños roedores de las regiones rurales y semirrurales de África, Asia y Estados Unidos. Según la Clínica Mayo-con varias sedes en EE.UU.- este organismo se transmite a los humanos por picaduras de pulgas que se alimentaron de roedores infectados o por personas que tocaron animales afectados.
Sin embargo, el contagio también puede ocurrir si una persona simplemente toca la piel de un animal infectado (generalmente ratas o perros de las praderas) o por la tos de esos animales. Además, los humanos pueden contagiar a otros humanos al toser.
Por este motivo, para evitar más contagios, el PDPHE pidió que quienes tengan mascotas no dejen que cacen roedores “o caminen por las colonias de perritos de las praderas”. Además, advirtió que los collares antipulgas no necesariamente son eficaces contra las pulgas infestadas de peste, por lo que se sugirió a las personas que eviten dormir junto a sus mascotas.
Los tratamientos
“La peste se puede tratar con éxito con antibióticos, pero una persona infectada debe ser tratada con prontitud para evitar complicaciones graves o la muerte”, expresó Alicia Solís, directiva del PDPHE.
Los síntomas pueden desarrollarse después de un período de incubación que dura entre un día y una semana, según la OMS. Esos síntomas son fiebre repentina y escalofríos, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, náuseas y vómitos, así como inflamación de los ganglios linfáticos, llamados bubones, que dan nombre a la forma más común de esta enfermedad.
En Argentina, la peste bubónica se desató en 1899, casi 45 años después de la pandemia originada en China en 1855 y que recién se pudo extinguir casi 100 años después, en 1959. Por entonces, los barcos que llegaban a Buenos Aires eran desviados a la isla Martín García donde se montó un albergue para que los viajantes realizaran la cuarentena. Finalmente, una niña paraguaya que se encontraba en Formosa fue el primer caso que ingresó a nuestro país. Pero solamente fallecieron 50 personas, contra millones que habían perdido la vida en el resto del mundo.
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