Alertan sobre el consumo de bebidas azucaradas y piden tomar agua saborizada
EL PELIGRO DE LAS GASEOSAS

Alertan sobre el consumo de bebidas azucaradas y piden tomar agua saborizada

Frente al avance del calor, los nutricionistas advierten por las consecuencias para la salud que trae la ingesta de estos preparados

No hidratan sino que engordan. Con esa frase la mayoría de los nutricionistas vienen advirtiendo en los últimos días sobre el peligro que genera para la salud el consumo de bebidas azucaradas, y como alternativa para lograr una buena hidratación proponen recurrir a la ingesta de aguas saborizadas, una estrategia que, según explican, permite alejar a los chicos de las poco saludables gaseosas.

“Esta es una época del año donde consumimos más líquidos, y frente a eso está la posibilidad de innovar y sorprender con las aguas saborizadas caseras, de fácil elaboración, que son una alternativa natural, económica y saludable frente a las gaseosas –azucaradas, sin azúcar o light– y a los jugos industrializados o concentrados, que se pueden comprar en supermercados, kioscos y autoservicios”, se apuntó desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires, cuyas autoridades se preocuparon en aclarar que “las preparaciones caseras, si bien son buena alternativa para incrementar el aporte de líquidos, no reemplazan de ningún modo el consumo de agua natural para la hidratación de nuestro cuerpo”.

COSTUMBRES ARGENTINAS
Los argentinos adultos consumen, en promedio, 85 litros anuales de bebidas azucaradas, incluyendo gaseosas, ubicando a nuestro país entre los mayores consumidores a nivel mundial, según una investigación liderada por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS). El problema de estas bebidas es que constituyen una fuente importante de calorías sin aportar (la mayoría de ellas) otros nutrientes más que el azúcar.

Además, ese estudio detalla que tomar gaseosas, jugos y otras bebidas con azúcar produce en Argentina 514 mil casos de sobrepeso y obesidad en adultos y 774.000 en niñas, niños y adolescentes, una franja de la población particularmente vulnerable porque las preferencias alimentarias se crean en esa edad y luego tienden a sostenerse en el tiempo.

A este estudio se le agrega un trabajo reciente presentado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), basado en cuestionarios nutricionales a casi 8 mil personas y según el cual consumir alimentos y bebidas ultra procesados podría aumentar el riesgo de padecer un cáncer colorrectal.

En relación al estudio del IECS, en el que como se dijo quedó consignado que los adultos en Argentina consumen en promedio 85 litros de bebidas azucaradas por año que contribuyen con la epidemia de sobrepeso y obesidad, sus hacedores apuntaron que el trabajo “es un llamado de atención para los países y refuerza la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, incluyendo una mayor carga impositiva, el etiquetado nutricional frontal, la modificación del entorno escolar y la prohibición de la publicidad”.

Según la investigación, se le puede atribuir al consumo de ese tipo de bebidas 54 mil casos al año de enfermedades cardíacas, 29 mil accidentes cerebrovasculares, 34 mil problemas osteomusculares, 21 mil lesiones renales, 16 mil casos de asma y 9 mil de cáncer y otras patologías.

“Debido al consumo de bebidas azucaradas, en nuestro país mueren cada año 4.400 personas, de manera que se pierden 110.000 años de vida saludable por muerte prematura y discapacidad (AVAC), cifras que podrían ser evitables”, indicó el estudio.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que el sistema de salud gasta $ 55.800 millones de pesos cada año para la atención de las enfermedades derivadas del consumo de bebidas azucaradas, lo que representa el 2,8% de lo que Argentina gasta en salud. De ese total, 53.000 millones se destinan a tratar la diabetes, la enfermedad cardiovascular y renal, los trastornos musculoesqueléticos, el cáncer y otras patologías asociadas al consumo de bebidas azucaradas, y 2.800 millones al sobrepeso y la obesidad en niñez, adolescencia y adultez para ambos sexos.

LA OPCIÓN
Frente al consumo masivo de gaseosas y sus consecuencias nefastas para la salud, desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia se indicó que “el agua saborizada es una alternativa natural, refrescante y saludable. Su preparación es bastante sencilla, consta de combinar frutas, verduras, hierbas y especias con agua fría y dejarlo reposar al menos unas horas en la heladera para que las frutas y verduras infusionen y cobre mayor sabor”.

La nutricionista Candela Sioli, de hecho, recalcó que el agua saborizada de elaboración casera es “una infusión y no un jugo”, ya que solo se adiciona levemente a modo, justamente, de saborizar. Las frutas que comúnmente se utilizan son las cítricas, como por ejemplo el limón, la naranja y el pomelo, excelentes fuentes de vitamina C y antioxidantes. También pueden usarse verduras como el pepino y hierbas aromáticas como la menta, la salvia, la albahaca, el romero, el cilantro, el tomillo y el jengibre.

“Lo ideal es evitar los azúcares añadidos ya que la fruta tiene su propio dulzor pero si, de todos modos, decidimos endulzarlas podríamos utilizar opciones naturales como hojas de stevia, miel o azúcar mascabo como alternativa del azúcar blanco”, sugirió la nutricionista, que destacó algunas combinaciones para probar en casa: agua con pepino y limón; con limón y menta; con lima o limón y jengibre; con sandía y romero; con pepino, hinojo y romero; con frutillas, pepinos y albahaca; y con kiwi y menta.

La conservación de las aguas saborizadas puede variar en función de los ingredientes utilizados pero, en promedio, las infusiones con frutas deben consumirse en un plazo de dos a cuatro horas si se dejan a temperatura ambiente y hasta tres días si se mantienen refrigeradas.

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