Hace pocos días la actriz Julieta Nahír Calvo, quien practica el veganismo como forma de vida, criticó duramente al programa “Máster Cheff Celebrity” y en sus redes sociales expresó “No deberían cocinar tanta carne... Podrían enseñar más opciones vegetarianas, ya que lo mira tanta gente”. Este mensaje Encendió una mecha Entre los miembros de la comunidad vegana que no tardaron en repudiar el menú del programa.
Aún más reciente, el pasado martes 20 de octubre, un grupo de veganos que realizaba una vigilia pacífica en la puerta de un frigorífico, se cruzaron con los empleados del lugar y se desató una batalla campal entre ambos grupos.
En el enfrentamiento no faltaron golpes y piedrazos y aún no se sabe cuál fue el grupo que inició el ataque. Estas manifestaciones de ideas estilos de vida, generan cruces de todos tipos entre quienes apoyan o respetan el movimiento vegano y quienes están en contra de él o simplemente lo menosprecian.
¿Cuál es la situación actual del veganismo en Argentina?
Argentina experimenta desde hace años un fuerte avance del veganismo, más allá de las opciones personales, la salud exige siempre una dieta equilibrada.
El aumento del veganismo puro (antes conocido como vegetarianismo) en todo el mundo incluye a los "flexitarianos", quienes de forma excepcional comen carne pero practican la dieta vegana por considerarla más saludable o para cuidar el medio ambiente ya que la producción de carne genera gases invernadero, en particular el metano del ganado vacuno.
Sin embargo, para expertos como Silvina Tasat, licenciada en nutrición y miembro de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), esto tiene un costado preocupante.
"Cada vez vemos más veganos, es notorio el aumento, pero el problema es que muchos, lamentablemente, no siguen dietas planificadas", asegura la especialista.
¿Qué preocupa a los especialistas en nutrición en relación al veganismo?
En general, los nutricionistas ven el aumento del veganismo como "algo peligroso" ya que muchas veces pasa "por una cuestión de moda y esto puede terminar en trastornos alimentarios, además de la falta de nutrientes", indicó Tasat.
Es común que las personas dejen de comer carne o derivados de animales creyendo que van a suplantar todo con las proteínas de las legumbres, que por ejemplo, carecen de aminoácidos clave, advierte la especialista.
En la ciudad de Buenos Aires, el Gran Buenos Aires y la Costa Atlántica hay 249 establecimientos que ofrecen productos (incluyendo cosméticos) y comidas aptas para veganos y unos 300 en todo el país, según el sitio web especializado Happy Cow.
En tanto, en los supermercados locales es cada vez más usual encontrar la leche de nuez, de avena, de soja o de almendras.
"Somos el único mamífero que toma leche de otra especie, después de la época de lactancia, algo totalmente antinatural", argumentan los veganos.
Pero Tasat objeta: "No le digamos leche. Es un jugo o suplemento. El calcio de origen vegetal no tiene la misma biodisponibilidad (capacidad de ser aprovechado). No es lo mismo un vaso de leche que uno de soja, mijo o almendras".
La especialista matiza la diferencia entre una dieta vegana y otra ovo-lácteo-vegetariana y afirma que la cuestión pasa por que esté balanceada.
"Una buena alimentación vegetariana reduce enfermedades crónicas transmisibles (diabetes, sobrepeso o hipertensión), pero el fundamentalismo no lleva a ningún lado", remata.
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