Llegó marzo y con él la puesta en marcha de la casa. Padres full time trabajando, hijos en las escuelas y con estas actividad, la rutina y el cuidado alimentario de la familia. Puntualmente nos enfocaremos en las lucheras escolares. Qué, cómo y cuándo de una ocupación y preocupación no menor de nuestra actualidad.
Los chicos pasan mucho tiempo fuera de sus casas, por eso las viandas tienen un rol muy importante; es un fiel reflejo de lo que se cocina y consume puertas adentro. A todos nos gusta comer rico y sano, la medida justa entre el placer y lo saludable, por eso a la hora de elegir el contenido debemos hacerlo de forma variada y armónica. Si bien es importante no realizar prohibiciones alimentarias en los niños, la alta disponibilidad de alimentos de mejor calidad, siempre será la mejor opción.
¿Un buen consejo para los padres? La organización semanal del menú de manera tal de planificar con anticipación la vianda y dejarla lista la noche anterior. La incorporación de los 6 grupos de alimentos: carnes, cereales, frutas, lácteos, verduras y grasas de buena calidad es necesaria, acompañados por una correcta hidratación, preferentemente, con agua.
¿Qué alimentos se pueden mandar en una lunchera?
* Croquetas realizadas con distintas verduras
* Empanadas con diferentes rellenos.
* Fideos y arroces.
* Milanesas de carne, pollo o pescado.
* Omelette de queso.
* Sándwiches de carne, pollo y verduras.
* Tartas de choclo, zapallito, pascualina, con agregado de quesos descremados.
* Y de postre: frutas de estación, yogurt con granola, barras de cereal, frutos secos.
Es muy importante recalcar las condiciones de seguridad alimentaria a la hora de preparar la vianda. Se requiere exclusiva atención al momento de la cocción, temperatura, conservación, envase, transporte y refrigeración. Se recomienda agregar en la lunchera geles refrigerantes o hielo para mantener la temperatura de los alimentos que se encuentran dentro de ella. En cuanto al guardado, preferentemente utilizar recipientes poco profundos para acelerar el proceso de enfriamiento.
Educar a los niños al momento de comer, depende de nosotros, los adultos. Alimentarlos saludablemente, que conozcan los alimentos, y el compromiso de toda la sociedad para disminuir los índices de obesidad en Argentina que -lamentablemente- crecen a pasos agigantados. Intentemos que cada comida sea una oportunidad para crear hábitos saludables y estar atentos a las recomendaciones de los profesionales del área de salud, que son los que más saben.
(*) Médica especialista en Nutrición. Directora Médica de CRENYF (Centro médico de estética Integral).
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