Señales para detectar el problema

- Cambios en la preocupación por el físico.
- Mirarse al espejo y quejarse de estar gordo cuando se está flaco.
- Sentir un repentino interés por las dietas.
- Obsesionarse con las calorías y la composición de los alimentos.
- Preocuparse por lo que se va a comer en casa.
- Saltarse la comidas o la cena.
- El estado de ánimo del chico cambia sorpresivamente: irritabilidad, tristeza, o preocupación.
- Pesarse todos los días.
- Consumir alimentos de forma compulsiva y rápida.
- Subir y bajar de peso constantemente.
- Vomitar frecuentemente.
- Hacer comentarios negativos sobre sí mismos.
- Aislarse de la familia y amigos.

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